martes, 29 de octubre de 2013

Patricio García Ramos: "Pensamientos (VIII)"

El amanecer de cada día supone un reto y una nueva ocasión, que se nos ofrece, para originar la aventura de escribir páginas en la historia de nuestra vida. Por ello, considero importante empezar bien cada amanecer y, al igual que la luz del sol comienza a romper la oscuridad de la noche, inicio mi historia diaria con la oración ofrenda-reflexión en deseo de que, Dios, sea la luz que guie mi camino y fortalezca mi espíritu en los valores que haga de mi acontecer un continuo agradecimiento a los dones que se ponen en mis manos.

Nuestros anhelos deben estar marcados por la ilusión puesta en vencer las dificultades que van jalonando nuestro camino y que en gran medida, son el producto de nuestras limitaciones. Principalmente en nuestras relaciones vitales: familiares, laborales y de amistad.

En estas relaciones, llevados por el ambiente que nos produce “bajadas de tensión” en nuestro ánimo, tendemos a ser “cenizos”. En esos momentos fortalezcámonos en ver “la botella medio llena” y que nuestro optimismo sea reflejo de la gratitud por lo que se nos ofrece. Venzamos la inclinación de “ahogarnos” en los “charquillos” que se entrecruzan en nuestro caminar.

El generar nuevas ideas que nos lleven a crear respuestas que, desde el respeto a los otros, venzan rutinas generadoras de desalientos: será señal de nuestra vitalidad que lleva aparejado el ejemplo y apoyo a los que nos son más cercanos.

Nuestra calidad de vida depende de que tengamos conceptos y voluntades muy claras. Claridad que, en la mayoría de los casos, está ahogada por el brillo del “oropel” que nos rodea. Un ejemplo: El concepto de pobreza. Ahogado por el ambiente económico, avaricioso-hedonista.

No dejando de reconocer la importancia que tiene el que la estabilidad económica tiene su influencia en el estado emocional y de relación social también, personalmente, he conocido, en el diverso medio en el que me he desarrollado, pobres muy ricos y ricos muy pobres; y es que, el concepto de pobreza-riqueza desde el punto de vista monetario no conforma totalmente su léxico.

Cuando he comentado este aspecto con algún amigo llego a la conclusión de que materialmente TODOS SOMOS INMENSAMENTE RICOS…..,¿cuál es el precio de uno de tus brazos?...., ¿en cuánto venderías uno de tus pies?....., ¿serías capaz de poner precio a uno de los órganos vitales con los que te ha dotado la naturaleza creada?.......¡Somos inmensamente ricos!.

Ahora bien, esa riqueza, que eres, alcanza sublime valor cuando eres capaz de DARTE A LOS DEMÁS a través de tu: acogida, consejo, alegría, aliento, escucha, optimismo….., que además se vuelve a ti, de forma incrementada en la sonrisa y esperanza que has sembrado a tu paso. Riqueza que te lleva a crecer como persona, con valores y cualidades que te hacen ser equilibrado, feliz, respetado…., y sobre todo te identifican con la obra creadora de Dios.

No dejes que la pereza, el desaliento, el afán de dominio, la ingratitud, el pesimismo……, desarrollen sus raíces de cizaña ahogando el calor de los que te rodean. Ello sólo te llevará al aislamiento, al enfrentamiento, a la falta de comprensión, a la falta de compromiso con tus deberes….., que concurriría en agitación e inseguridad.

Permíteme reseñar tres consejos de San Pablo, a los Gálatas, 6,4: 6,9-10: “Que cada uno examine sus obras, y entonces tendrá de que gloriarse en sí y no en otro. No nos cansemos de hacer el bien, que a su tiempo cosecharemos, si no desfallecemos. Por consiguiente, mientras hay tiempo, hagamos bien a todos, pero especialmente a los hermanos en la fe”.

En ti mismo eres rico, reparte tu riqueza al darte. ALGUIEN TE ESPERA.

Patricio García Ramos

lunes, 28 de octubre de 2013

Un artículo de gran interés: "Diez principios relevantes para la mejora de la familia en el siglo XXI"

 
 
El autor parte de la experiencia clínica y personal que, como Terapeuta Matrimonial y Familiar, ha llevado a cabo de forma ininterrumpida en las tres últimas décadas. En su exposición se atiene sobre todo a aquellos contenidos que más directamente están comprometidos hoy en la génesis y desarrollo de los conflictos familiares y de pareja

Sumario

1. La coherencia entre convicciones y comportamientos
2. La entrega de la corporalidad: la fidelidad en las relaciones sexuales
3. Hacer visible y entregar la subjetividad invisible: la comunicación conyugal y familiar
4. Respetar las diferencias en valores, intereses y gustos: más allá de las “ideologías de género”
5. La conciliación entre la familia y el trabajo
6. Las relaciones con las familias de origen
7. La educación de los hijos
8. La salud física y psíquica
9. Las relaciones sociales
10. Las decisiones económicas y la administración de los recursos materiales
Conclusiones
Bibliografía

domingo, 20 de octubre de 2013

Patricio García Ramos: "PENSAMIENTO (VII)"


Ha sonado el teléfono. Al otro lado una voz angustiada reclamaba paz. Su entorno le agobia y las vivencias por las que está pasando, en sus relaciones con sus prójimos, le lleva a una vorágine anímica que le inquieta en extremo. Sufre y llora porque siente que su vida es un vivir sin vivir. Su corazón está roto. Su ansia de amar se ven frustradas.

Busca en quien volcar sus sentimientos. Busca comprensión y consejo en medio del sol cegador de “su desierto” y de la negrura de la noche en la que está su vida.

Busca la Paz y Bien, que no es adquirible en boticas ni herbarios, para aquietar su espíritu.

La dejo hablar…, la escucho…, y escucho y, de vez en cuando, suena mi voz para llevarle compañía. No quiero que se sienta sola.

En todos los tiempos, y en este mundo nuestro…,¡cuánta falta de paz y de justicia.

Trato de que mis palabras suenen como acogedoras, alivio y mensajeras de esperanza. En los momentos que esto escribo me acuerdo de los salmos del Antiguo Testamento:

(Salmo 31,10-11-15 y 17): “Ten piedad de mí ¡oh, Yahvé!, porque estoy angustiado. La tristeza consume mis ojos, mi alma mis entrañas. Pues mi vida se consume en el dolor, y mis años en gemidos. Mi voz enflaquece la aflicción, y mis huesos se consumen. Pero yo a Ti me confío, ¡oh Yahvé! Yo digo: “Tú eres mi Dios”. Haz resplandecer tu faz sobre tu siervo y sálvame en tu piedad”.

Nuestra mente se ofusca y nuestra mirada está tan nublada por lo que percibimos, que no deja aflorar las cosas bellas que nos rodean: “El mundo está mal”…., “Esto no hay quien lo arregle”…,”La juventud está echada a perder”…..,”Mi familia es un desastre”…,”Ya no hay vergüenza ni honradez”…”El pudor está por los suelos”…, frases como estas se oyen con demasiada frecuencia porque están proyectadas por una sociedad que emite y destaca mensajes que no nos gustan…., noticias que son contrarias a nuestra profunda identidad natural…., aquella para la que fuimos creados: “HACER EL BIEN Y EVITAR EL MAL”.

Necesitamos limpiar nuestra mirada para contemplar las maravillas que existen a nuestro alrededor. Mirar con más ecuanimidad y profundidad que, en nuestro rededor, hay luces de alegría y esperanza que nos indican un camino para nuestro actuar en solidaridad con la misión que nos lleva a realizarnos en plenitud.

Necesitamos realizar un “canto a la vida”, descubriendo el mundo de valores que existen…¡Si, existen! y están ahí a tu lado. Limpia tu mirada y profundiza en ellos. Te sorprenderás de que aflore la sonrisa en tus labios.

Para ello, empieza a limpiar tu interior. Abandona tu propio orgullo que te ha llevado a encerrarte en ti mismo haciendo adoración al dios YO. Busca, con insistencia, bajarte de tu pedestal para acercarte y darte al otro….¡Déjate de arrogancias, pedanterías, de buscar el aplauso por lo que haces o las palabras que gustan a la vanidad….. Líbrate de ello y empezarás a encontrar limpia tu mirada y tu corazón, más lleno de afecto, te llevará a esa paz y justicia que tanto deseas y cuyo valor no puede ser medible en el mundo “de la bolsa económica”.

Paz y justicia, a la que aludo, sólo puede ser valorada en la bolsa de felicidad que tiene su plenitud al darte a los demás. Felicidad que está consolidada en: sacrificio, cercanía, escucha, acompañamiento, perdón…., y en la que no tiene cabida: el capricho, la palabra hiriente e irónica, la mentira, el resentimiento, la infidelidad….

Trato de decirte que la felicidad personal no se compra con títulos universitarios de doctorado, cargos públicos de relevancia social, premios nobel, ni con premios de lotería….., se adquiere sólo desde la paz interna de cada uno que te lleva al encuentro con el otro.

La felicidad de tu cónyuge y de tus hijos, de tu familia y de los que te rodean….., no dependen del móvil último modelo, de la tablet, de la categoría de tu coche, de la habitación que ocupas…. Su felicidad depende de la acogida que tú les das. Y como nadie puede dar lo que no tiene, procura sosegar tu espíritu, llenarte de amor (afirmando sus pilares) e irradia esa felicidad a los demás.

Concluyo. Cuando en nuestro vivir no somos felices es necesario cambiar de actitudes.

A veces esperamos que cambien los demás. Los otros esperan que cambiemos nosotros…. El esposo espera que cambien la esposa….., los hijos esperan que cambien los padres…, y así unos y otros……….,

no nos dirigimos la palabra y las miradas no se encuentran. Esperamos el cambio de los de arriba o de los de abajo y mientras……. Estamos ciegos e ignorantes y todavía no nos hemos dado cuenta que EL CAMBIO HA DE PRODUCIRSE EN NUESTRO INTERIOR.

¿Quieres PAZ Y BIEN?.......................... ¡Haz realidad tu cambio de actitud!. UN ABRAZO.

Patricio García Ramos

miércoles, 16 de octubre de 2013

Sí: abrazar la gracia...

Hemos comenzado a pensar en el Cof2000 la posibilidad de crear un servicio de apoyo a mujeres que necesitan la ayuda de abrazar la gracia de una sorpresa: "La Casa de Isabel", en recuerdo de la experiencia de encuentro de dos mujeres embarazadas de manera sorprendente: 
María y su prima Isabel

viernes, 4 de octubre de 2013

Divorciado entrega a hombres 20 consejos para salvar su matrimonio

Gerald Rogers es un estadounidense que desde hace varios años realiza charlas motivaciones. Tiene cuatro hijos y hasta julio llevaba un matrimonio de 16 años con su esposa Jana. Pero el 27 de ese mes su relación llegó oficialmente a su fin.

Y en lugar de lamentarse y no hacer nada, Gerald decidió sentarse frente a su computador y escribir todo lo que hará diferente la próxima vez que esté casado, porque está convencido de que alguna vez de nuevo tendrá ese estado civil que dice "amar".

Sin embargo, no quería guardar sus pensamientos sólo para él, por lo que los compartió en su Facebook con el título "Los consejos sobre el matrimonio que me hubiera gustado tener". En total son 20 recomendaciones que -afirma- están orientadas a "aquellos esposos jóvenes cuyos corazones aún están llenos de esperanza, y a esas parejas quienes quizá olvidaron cómo amar".

"Si tu matrimonio no es lo que tú querías que fuera, toma 100% de tu responsabilidad y comprométete a aplicar estos consejos mientras sea tiempo", anima Gerald. Y aunque su mensaje está dirigido principalmente a los hombres, sostiene que también puede servirle a las mujeres.

Los tips de este hombre divorciado han tenido tanto éxito, que ya han sido compartidos casi 130 mil veces. A continuación te mostramos un resumen de ellos, pero si quieres leer el mensaje completo, puedes encontrarlo aquí.

1.- Nunca dejes de cortejar. Nunca dejen de salir. Nunca jamás creas que la tienes asegurada. Nunca te olvides de que ella te eligió, así que no puedes ponerte flojo con tu amor.

2.- Protege tu propio corazón y ámate a ti mismo. Pero reserva un lugar especial en tu corazón donde nadie más que tu esposa pueda entrar.

3.- Enamórate una y otra y otra vez. Siempre habrá cambios, tanto en ella como en ti, y es por eso que ambos tendrán que reelegirse todos los días. Cuida su corazón, sino ella puede dárselo a otro y quizás nunca lo recuperes. Siempre lucha por ganar su amor tal como lo hiciste cuando la cortejabas.

4.- Siempre ve lo mejor de ella. Enfócate en lo que amas y no en lo que te molesta, y así te darás cuenta de que eres el hombre más afortunado sobre la Tierra por tener a esa mujer como esposa.

5.- No es tu trabajo corregirla. Debes amarla tal como es, sin esperar que ella cambie. Y si lo hace, ama en lo que se convierta.

6.- Hazte responsable de tus propias emociones. No es trabajo de tu esposa hacerte feliz, tú debes buscar tu propia felicidad y cuando la encuentres, tu alegría inundará tu relación de pareja.

7.- Nunca culpes a tu esposa si tú te frustras o enojas con ella. Son tus emociones y es tu responsabilidad. Cuando te sientas así, tómate tu tiempo y mira hacia tu interior.

8.- Déjala ser. Cuando esté triste o molesta, tu único trabajo es abrazarla y apoyarla. Hazle saber que la escuchas, que ella es importante y que tú eres el pilar sobre el cual siempre puede apoyarse. Así confiará en ti y te abrirá su alma. Nunca escapes a estos momentos, quédate y sé fuerte.

9.- Sé tonto. No te tomes todo tan seriamente. Ríe y haz que ella se ría. La risa hace todo mucho más fácil.

10.- Llena todos los días su alma. Conoce las maneras en que ella se siente importante, validada y apreciada. Pídele que haga una lista con 10 cosas que la hacen sentir amada, memorízalas y aplícalas todos los días para hacerla sentir como una reina.

11.- Hazte presente. No sólo le des tu tiempo, sino también tu atención y tu alma. Trátala como si fuera tu cliente más valioso, al que no puedes perder.

12.- Estimula su sexualidad. Déjala que se derrita en su suavidad femenina, mientras sepa que puede confiar plenamente en ti.

13.- No seas idiota, pero tampoco temas ser uno. Cometerás errores, pero intenta que éstos no sean demasiado grandes y aprende de ellos. No se supone que seas perfecto, pero sólo trata de no ser tan estúpido.

14.- Dale su espacio. Las mujeres son buenas para entregar y entregar, y a veces necesitan que se les recuerde que se tomen el tiempo para ellas mismas, sobre todo si tienen niños. Ellas necesitan ese espacio para renovarse, recentrarse y reencontrarse.

15.- Sé vulnerable. Puedes perder tu entereza de vez en cuando, y compartir tus miedos y sentimientos.

16.- Sé totalmente transparente. Si quieres que ella confíe en ti, debes compartirlo todo, en especial lo que no quieres compartir. Quítate la máscara y así podrás experimentar el amor en toda su dimensión.

17.- Nunca dejen de crecer juntos. Cuando dejas de trabajar los músculos, éstos se atrofian. Lo mismo ocurre con las relaciones. Busquen metas comunes, sueños y visiones en las que pueden trabajar como un equipo.

18.- No te preocupes por el dinero. Trabajen juntos y busquen la forma de equilibrar las fuerzas de ambos para ganarlo.

19.- Perdona de inmediato y concéntrate en el futuro. Aferrarse a los errores del pasado que tú o ella hayan cometido, es una pesada ancla que siempre detendrá a tu matrimonio. El perdón es libertad.

20.- Siempre elige el amor. En definitiva, éste es el único consejo que necesitas. Si éste es el principio que te guía, nada amenazará la felicidad de tu matrimonio.