jueves, 24 de mayo de 2012

CÓMO HABLAR A LOS NIÑOS DE LA MUERTE

Pregunta:  Tengo un hijo de 5 años que es bastante sensible. Me dice que la muerte le parece muy triste y se pone a llorar. ¿Cómo puedo ayudar a mi hijo? Se plantea cosas que yo ya me planteaba con su edad y no sé si debo ser realista o, como hacían mis padres, cambiaban de tema y asunto resuelto. Muchísimas gracias.

Responde Paula García-Borreguero: Cambiar de tema no hace sino aumentar su ansiedad, por la puesta en escena de la imaginación, mezclada con lo que ha visto en la televisión, lo que le han contado sus compañeros de clase, y esto siempre es peor que la realidad.

Al ritmo que él te marque, responde a sus preguntas, explicándole qué es morirse, con palabras sencillas y sinceras, utilizando un lenguaje adaptado a su capacidad. No des rodeos, sé clara y directa. Pero, sobre todo, no debes mentir bajo ningún pretexto. Ten en cuenta, que entre los 3 y los 5 años, la vida y la muerte aparecen como procesos intercambiables y reversibles, aunque el niño es capaz de percibir la diferencia entre estar vivo y estar muerto. Y normalmente es entre los 6 y los 9 años que la muerte se personifica y aparece como algo externo y con causas determinadas que puede afectar a ciertas personas, como ancianos, enfermos, aunque le resulta difícil imaginar su muerte o la de sus padres.
Diversos autores han estudiado el papel que juegan el miedo y la ansiedad, y cómo esta última puede ser una variable moduladora importante en la adquisición del concepto de muerte. También se ha demostrado que un nivel elevado de ansiedad interfiere en la comprensión de la muerte, aún habiendo alcanzado el nivel de desarrollo cognitivo imprescindible para ello. Por lo tanto, no evites el tema, ajústate a sus preguntas, normalízala como parte de la vida y déjale claro que cuando ocurra cerca de su círculo tendrá recursos suficientes para superarlo.

Fuente: http://www.fundacionpunset.org/apol/20603/como-hablar-a-los-ninos-de-la-muerte/?utm_source=twitterfeed&utm_medium=twitter

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