
1. Que su hijo no consiga su atención ni influya sobre usted siendo mal educado o diciendo palabrotas.
2. Pruebe a ignorarle totalmente hasta que diga las cosas de forma educada y se disculpe por ser maleducado.
3. Una reacción exageradamente fuerte e inmediata a un taco puede ser útil para dejarle claro que es inaceptable. Fuerte no significa pegarle, lo cual se debería evitar; significa dejar muy claro que la mala educación no es correcta. ¡Si tu hijo no se da por enterado, evidentemente, tendrás que practicar un poco para ser más convincente!
4. Con niños un poco más mayores (7 años en adelante) puede resultar efectivo hacerles pagar un euro por el lujo de decir un taco, y luego destinar el dinero a quien más lo necesite.
5. Es mucho más difícil controlar los tacos fuera de casa, por lo tanto, es mejor concentrarse en hacerlo bien en casa para que su hijo sepa lo que está bien y lo que está mal.
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