
http://www.abc.es/20121003/familia-padres-hijos/abci-padre-relacion-hijos-201210031709.html
Las
altas tasas de divorcio y el aumento de nacimientos de niños fuera de
los matrimonios convencionales está aumentando el número de hogares en
los que los niños viven su infancia con una total ausencia de la figura paterna.
Según un estudio de David J. Eggebeen, profesor asociado de la
Universidad de Penn State, que recoge The Family Watch, ya en 2007 había
19,2 millones de niños norteamericanos que no vivían con su padres
varones biológicos, adoptivos o, incluso, padrastros.
El profesor advierte de la falta de investigaciones más concretas
respecto a la aportación de la figura paterna. Actualmente nadie duda de
que las madre y padres contribuyen juntos de forma considerable al
bienestar de los hijos. David J. Eggebeen apunta que se ha demostrado
que la influencia y ayuda del padre es muy positiva para su hijo,
de tal manera que cuando es adolescente su comportamiento es mucho
mejor que el del joven que carece de la compañía de su padre.
Sin embargo, a pesar de que hay padres varones que no conviven con sus hijos, muchos de ellos tratan de tomarse en serio su tarea, aunque los estudios demuestran que es difícil que logren cumplirla.
Tipos de padres
Ante este panorama, el profesor David J. Eggebeen se pregunta si
deberían los padres actuar como si fueran madres. Explica que, en primer
lugar, los efectos de los padres varones pueden ser complementarios —es decir, lo que hace un padre con un hijo adolescente puede incrementar los beneficios de los que hace la madre—, o bien alternativos —y, por tanto, que el hijo se beneficie de la forma de ser o de la actuación de uno solo de los padres—, o específicos, que se darán cuando el padre aporte lo que la madre no puede dar.
El informe recogido por The Family Watch también destaca que los padres con un gran capital humano —con
más años de educación— son más propensos a realizar actividades que
mejoran las habilidades cognitivas y el rendimiento escolar de sus
hijos. Además, tienden a configurar un entorno doméstico motivador
mediante la limitación de la televisión y el fomento de la lectura.
Suelen llevar con más frecuencia a sus hijos a los museos, a obras de
teatro, a bibliotecas y a otras actividades enriquecedoras y, por
último, a la hora de elegir su lugar de vivienda dan importancia a la
calidad de los centros educativos o son capaces de sacrificarse para
afrontar el coste de colegios privados.
Otro aspecto que resalta es que la falta de disponibilidad de uno de los padres es causa de una mayor tendencia a la conducta delictiva del
hijo, y el excesivo consumo de alcohol la de una mayor probabilidad de
esos comportamientos en la hija. Tanto el padre como la madre realizan
una contribución específica según el sexo del hijo adolescente, sobre
todo por el grado de ejemplaridad de su conducta.
Comentarios
Publicar un comentario