El Día: La crisis y la precocidad sexual disparan el número de abortos en el Archipiélago

G. MAESTRE, S/C de Tenerife

Durante el año pasado se registraron en Canarias 6.156 Interrupciones Voluntarias del Embarazo (IVE) -según los datos recabados por la Consejería de Sanidad del Gobierno de Canarias-, lo que supone casi un 25% más que en 2010, cuando esta cifra alcanzó los 4.936.

Aunque el segmento de edad mayoritario comprende entre los 20 y los 29 años de edad con más de 2.000 abortos, se registraron 22 casos entre menores de 15 años y 721 entre edades situadas entre los 15 y los 19 años, lo que supone un incremento en ambos tramos de edad respecto a 2010, registrándose un crecimiento del 23% en menores de 15 años y un 24% entre menores de 15 y 19 años.

Uniendo ambas cifras, en total durante el último ejercicio se contabilizaron 723 IVE de menores de 20 años, frente a las 566 de 2010 y las 529 de 2009, lo que supone un aumento del 24%.

Las causas de este incremento varían según cada caso, aunque especialistas en esta materia, como la decana de Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad de La Laguna, Marta Jiménez, y la trabajadora social con 25 años de experiencia en temas de aborto Marisa Pérez alertan de un "claro componente económico" en el caso de las mujeres adultas y la precocidad sexual y la carencia total de formación afectiva y sexual entre las más jóvenes, unida a la precocidad a la hora de mantener relaciones íntimas.

"El dato de que aumentan los abortos entre los segmentos de edad más jóvenes siempre choca, pero la realidad es que hace cinco años, en 2007, el porcentaje era incluso mayor. Canarias siempre destaca por la precocidad sexual de los jóvenes; si a ello se une que no existe prácticamente ningún tipo de educación afectiva ni sexual, que no hay centros de asesoramiento, que los anticonceptivos no son gratuitos y que sigue habiendo tabúes que solo se derrocan con la educación, las chicas jóvenes son las candidatas más claras a tener un embarazo no deseado", explica la especialista en Sociología de Género, antes de lamentarse de que "no exista ningún tipo de actividad en los centros escolares ni en los centros de planificación familiar destinada a la prevención de embarazos".

Preguntada por si el cambio normativo registrado en 2010 se vincula con este aumento de casos, tanto la socióloga como la trabajadora social consideran que no y apuntan a otros factores.

"Existe un condicionamiento económico obvio que hace que las mujeres, y sus parejas si las tienen, se piensen mucho seguir adelante con una maternidad no deseada o no. Se da el caso de mujeres que casi no tienen dinero para adquirir métodos anticonceptivos de forma continuada y segura y que por eso quedan embarazadas, así que la cuestión de ser madres les resulta imposible, pero por ser pobre no se va a renunciar al sexo, ¿no?", reflexiona Marta Jiménez, que asegura que "para una mujer enfrentarse a esta situación y tomar la decisión de abortar nunca resulta fácil, entre otras cosas porque no es un derecho sanitario como cualquier otro, sino que está rodeado de oscurantismo y con un discurso negativo detrás".

La trabajadora social insiste en que "los abortos de menores de edad supone un 5% del total", algo que a su juicio es consecuencia directa de que los jóvenes tienen relaciones cada vez más pronto.

"Hasta hace poco comenzaban con 16 años, pero ya vamos por los 14 y si a esto se une que no se le ha dado contenido a los proyectos enmarcados dentro de la Ley de Salud Sexual y Reproductiva y que no hay educación en esta materia de ningún tipo es una bomba de relojería", explica Marisa Pérez, que, con 25 años de experiencia en asesoramiento a mujeres que quieren abortar, asegura que "sigue habiendo mucha ignorancia".

"No hay ni una sola menor que aborte sin que sus padres lo sepan, es más, no conozco ni un solo caso en el que la chica haya acudido sola a la clínica. Otra cosa es que los padres estén de acuerdo y lo autoricen o no si ella tiene 16 años o más, pero siempre están informados de la situación y no dejan sola a su hija", sentencia.

De más de 20 y con estudios

El perfil de la mujer que interrumpe voluntariamente su embarazo en Canarias se aleja bastante de los tópicos que se han ido creando a lo largo de los años, tal y como refleja el último informe elaborado al respecto por el Ministerio de Sanidad. De él se desprende que la mayor parte de las mujeres tienen entre 20 y 29 años, poseen estudios medios (Bachiller), no tienen hijos ni se han realizado anteriormente otros abortos, no han utilizado ningún servicio de los centros de planificación familiar, están de ocho semanas o menos de gestación y abortan por decisión propia y no por causa de violación, riesgos para su salud (incluido el psicológico) o riesgos para la salud del feto. Estos datos, hacen pensar a la decana de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociológicas de la Universidad de La Laguna y experta en género, Marta Jiménez, que "las cifras son ahora más reales que las que podía haber hace muy poco cuando solo se contemplaban estos supuestos". Preguntada por si se ha podido producir una especie "efecto llamada" con el cambio de ley y la despenalización del aborto, Jiménez asegura que no. "Si se observan las estadísticas, desde 2001 aumentan de forma geométrica y esto no ha cambiado tras la entrada en vigor de la nueva norma. Este incremento es reflejo de la sociedad actual y no de una ley", asegura.Fuente: http://eldia.es/2012-11-26/canarias/7-crisis-precocidad-sexual-disparan-numero-abortos-Archipielago.htm

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