HACIENDO MEMORIA DE LAS JORNADAS SOBRE SÍNDROME POST-ABORTO



HACIENDO MEMORIA DE LA CHARLA FORMATIVA “EL SINDROME POST-ABORTO CELEBRADO EN EL COF2000

En primer lugar, darle las gracias a la Ponente Silvia Alique por su esmero en la preparación y las ideas que nos trasmitió. Con ello, nos llevó a revivir la importancia de rescatar valores que parecen algo “dormidos” en una sociedad en la que predomina un ¿bienestar? Vociferante y poco “pensante”.

Para introducirme en algunas reflexiones sobre su charla, me permito entresacar lo que nos dice la Asamblea General de la O.N.U. a este respecto:

Declaración del Consejo de Europa (8 de marzo 2005. Resolución 4376: “La ciencia y el sentido común prueban que la vida humana comienza en el acto de la concepción y que en este mismo momento está presentes en potencia todas las propiedades biológicas y genéticas del ser humano”. Añadimos a esto lo declarado por la Organización Mundial de la Salud (O.M.S.) en 1970 : “Las mujeres con alguna señal indicativa de trastorno emocional corren mayor riesgo de graves desajustes mentales tras el aborto y más si tenía alguna enfermedad psíquica previa”…….. “cuanto más serio sea el diagnóstico psiquiátrico más perjudicial es para ella el aborto”.

He considerado de importancia hacer estas dos referencias de organizaciones aconfesionales compuestas por profesionales de reconocido prestigio internacional.

De la charla formativa, de estos días, paso a recordar algunos aspectos de los que hago una breve reflexión:

1º.- La hipocresía que, a veces, mostramos en nuestra sociedad que nos lleva a horrorizarnos ( y de hecho no es para menos) del hecho en que aparezcan niños recién nacidos en un contenedor de basura, abandonados en un portal, arrojados en una cuneta o descampado…. La noticia requiere gran atención informativa e investigadora; y, por otro lado, sin embargo se va asentando como socialmente normal el aborto. Incluso se legisla sobre ello para regularlos……

¿Es distinto el niño concebido dentro del útero que fuera del útero?

2º.- Uno de los puntos básicos en los que se apoya el sí al aborto: la asunción de que “la mujer es dueña de su cuerpo” y por tanto es libre para abortar. Esto me lleva a pensar que por el mismo motivo tiene libertad para atentar contra ella misma: mutilarse, suicidarse, drogarse….. ¿esto lo ve normal esta sociedad y por tanto no nos preocupemos de ello?.......¡A qué caos caminamos!.

Desde luego que podrá razonarse el que las personas, en este caso, habrá que atenderlas puesto que, psicológicamente “no son dueñas de sí mismas”.

¿Y las madres que deciden abortar no están afectadas psicológicamente o presionadas socialmente? o ¿suponemos que hay madres que no sienten la maternidad?......... ¡hipocresía!.

3º.- Creo que el aborto nunca es una solución a los problemas acuciantes en que se ve una mujer que decide abortar. De hecho los problemas sociales, medioambientales…., que la empujaron a ello los sigue viviendo día a día; es más ahora se ven agravados por un sentido de culpabilidad añadido que aflorará en diversos momentos de su vida: al contemplar otros hijos, ver jugar a otros niños, visitar a familiares o amigos que hayan tenido un parto, acariciar o coger en brazos a un bebé……, me pongo en su lugar y…. sólo se me ocurre acompañarle en su soledad y abrirme a la misericordia sintiendo su dolor y aconsejarle en la aceptación de su pesar por haberlo hecho.

4º.- En mi vida como persona y profesional, he visto situaciones en que ante un embarazo, la persona se ve rechazada por familiares y amigos (algunos la compadecen). Ellas han seguido adelante a pesar de los pesares y, una vez nacido el niño, las mismas personas que la rechazaban …, ahora se vuelcan con ella y tornan los malos humores y la compasión en una alegría acogedora e incluso ponen al recién nacido en el centro de sus vidas. ¡Bendito sea el cambio!.

5º.- Como cristiano, tengo muchos fallos, creo que Jesús subió a la cruz para redimirnos de nuestros errores y que en sus brazos abierto encontramos el calor de la acogida. El sentirnos acogidos por familiares y amigos es muy importante en la terapia del dolor.

Una vez oí a un sacerdote aconsejar a una madre-soltera, que había abortado y buscaba consuelo a su dolor: “Tu mejor consuelo está en pensar que tienes a un hijo en el Cielo y que ruega por ti. Lo que tienes que hacer ahora es vivir y trabajar por dar sentido de vida a aquellos prójimos tuyos que se encuentran en la misma situación en la que estuviste tú. Con ello tu hijo te sonreirá desde el Cielo”.

Hoy ella es defensora de la vida del no nato.

Al terminar este pentágono al que me llevó tu charla de estos días, en la que tuviste la delicadeza de acordarte de los padres que ¡también sufren con el aborto!, sólo puedo expresar la alegría que nos reporta el tenerte como colaboradora en el C.O.F.2000 del Obispado de Tenerife.

¡¡¡Gracias, Silvia!!!!.

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