ESTE FIN DE SEMANA SE CELEBRA EN LA LAGUNA UN RETIRO DE "EL VIÑEDO DE RAQUEL"

Lo que ocurre en una mujer que sufre el aborto es algo terrible. No sólo se trata de la pérdida de un hijo, sino de una ruptura interior en el núcleo de identidad de la madre. Esto nadie lo dice. Todo lo contrario: «No te preocupes, no es nada, no pasa nada, la vida sigue». Y sí ocurren cosas...

Una ruptura que hace sangrar de por vida el corazón de una mujer. Una experiencia de pérdida que genera una sufrimiento insufrible. Una hemorragia de sentimientos que nada ni nadie puede definir. Hay mucha responsabilidad en quienes sabiendo esto, callan; en quienes conociendo el dráma del síndrome post aborto, lo obvian como si la ciencia no tuviera, en este caso, una palabra que decir.

Cada mujer que decide abortar lo hace bajo presión. Y una decisión hecha bajo presión no es plenamente libre. ¡Cuánta labieración de la mujer es necesaria! ¡Liberación verdadera! Para que se pueda decisidr con plena información, conociendo todos los riesgos, conociendo hasta el fondo el problema y no ocultándole la experiencia tragica que va a sufrir.

Pero todo dolor y enfermedad, si dejamos que Dios se haga presente, sana. Desde esta certeza ofrecemos esta experiencia de retiro del "Viñedo de Raquel". El borde del manto de Jesús sigue dándoles libertad a quienes se sienten incapaces e impotentes por la herida de su psicología. Hay salud para toda enfermedad.