lunes, 11 de junio de 2018

SE INICIARÁ EN SEPTIEMBRE EL SERVICIO DE ACOMPAÑAMIENTO EN EL DUELO


Servicio de Atención y 
Orientación al Matrimonio, la 
Familia y la Infancia
(Cof2000)




Servicio de Acompañamiento en el Duelo

Ayudar y apoyar humanamente a las personas que han perdido un ser querido a través del acompañamiento por parte de voluntarios y colaboradores, algunos de los cuales han pasado por las mismas experiencias.

 

¿Que ofrecemos?

Acompañamiento individual:
Seguimiento personalizado según las necesidades

Acompañamiento colectivo:
Seguimiento mediante grupos de ayuda mutua.

Los seres humanos establecemos diferentes lazos afectivos a lo largo de nuestras vidas. Cuanto mayor es la cercanía emocional, más intensas y variables son las reacciones que se producen ante la pérdida. Estas reacciones forman parte del proceso de duelo, a través del cual la persona expresa sus sentimientos, logra aceptar la pérdida y puede restablecerse para continuar viviendo tras la ausencia de un ser querido.
orientacionfamiliarcof2000@gmail.com / Teléfono: 637222821



EL DUELO NO ES UNA ENFERMEDAD
La pérdida del ser querido es psicológicamente tan dura como herirse gravemente lo es en el plano fisiológico. Tras sufrir una herida, si se tiene cuidado en el proceso de curación, se puede recuperar el funcionamiento de la zona afectada. Pero hay personas que no cuidan las recomendaciones para su salud y la curación es inadecuada, pudiendo dejar secuelas.
Del mismo modo, tras una herida emocional producida por una pérdida, se necesita un periodo de tiempo para que la persona en duelo vuelva a un estado de equilibrio y, para asegurar la curación;  la persona tendrá que realizar una serie de tareas que le aseguren un restablecimiento adecuado.


¿CUÁLES SON LAS REACCIONES HABITUALES DURANTE EL DUELO?
Es frecuente que las personas busquen asistencia sanitaria tras una pérdida pero, en muchos casos, no se dan cuenta de que por debajo de su malestar físico hay un duelo no completado. Algunos de los síntomas que se pueden presentar en el proceso de duelo son:
  • Sentimientos: tristeza, culpa, enfado, ansiedad, soledad, fatiga, impotencia, anhelo, emancipación, alivio, insensibilidad.
  • Sensaciones físicas: vacío de estómago, opresión en el pecho y/o en la garganta, hipersensibilidad al ruido, sensación de despersonalización, falta de aire, debilidad muscular, falta de energía, sequedad de boca.
  • Pensamientos: confusión, preocupación, sensación de presencia, incredulidad.
  • Comportamientos: alteraciones del sueño, de la alimentación, conducta distraída, aislamiento social, sueños con temática de muerte o con el fallecido, evitar recuerdos del fallecido, buscar y llamar en voz alta, visitar lugares que traen recuerdos, atesorar objetos del fallecido.
El duelo se experimenta de múltiples formas y a diferentes ritmos; es un proceso muy personal.

LAS CUATRO TAREAS DEL DUELO
1.      Aceptar la realidad de la pérdida. Cuando alguien muere, incluso si la pérdida es esperada, suele haber sensación de que no es real. Muchas personas se encuentran a sí mismas llamando en voz alta a la persona ausente, o le confunde con otros/as de su entorno, o les parece verle por la calle. Algunos/as se quedan con la sensación de que no es real lo que ha ocurrido y se bloquean. Llegar a aceptar la realidad de la pérdida lleva tiempo porque implica una aceptación intelectual y emocional. La primera tarea de duelo es afrontar plenamente la realidad de que la persona está muerta, que se ha marchado y no volverá. Parte de la aceptación es asumir que el reencuentro es imposible, al menos en esta vida. Los rituales tradicionales, como el funeral, ayudan a muchas personas a encaminarse hacia la aceptación.
2.      Trabajar las emociones y el dolor de la pérdida. No todo el mundo experimenta el dolor con la misma intensidad ni de la misma forma. La realización de esta tarea puede verse dificultada por la interacción con los demás, que con su buena intención nos dicen: “No necesitas elaborarlo. Tienes que distraerte”, o por uno/a mismo/a, que cree que no necesita elaborar sus sentimientos o emociones y utilizan estrategias como el bloqueo de los sentimientos, evitar pensamientos dolorosos, procurar estimular sólo sentimientos agradables, idealizar al muerto, evitar las cosas que le recuerdan a él, viajar o ingerir sustancias para no pensar ni sentir… Antes o después habrá que afrontar los sentimientos que nos provoca la pérdida porque es la única forma en la que el dolor no se arrastre a lo largo de la vida.
3.       Adaptarse a un medio en el que el fallecido está ausente. Cuesta un periodo de tiempo darse cuenta de cómo se vive sin la otra persona, ya que el superviviente no es consciente en el momento de la pérdida de todos los roles que desempeñaba el/la fallecido/a. Hay personas que se resienten por tener que desarrollar nuevas habilidades y asumir roles que antes desempeñaba el/la otro/a. Algunas pueden verse inútiles o incapaces y llegan a cuestionarse su eficacia personal. Sin embargo, con el tiempo y la reflexión, estas imágenes negativas dan paso a otras más positivas y los supervivientes son capaces de continuar con sus tareas y aprender nuevas formas de enfrentarse al mundo.
4.     Recolocar emocionalmente al fallecido/a y continuar viviendo. La disponibilidad de un superviviente para empezar nuevas relaciones depende de no renunciar a la persona fallecida sino de encontrarle un lugar apropiado en su vida psicológica, importante pero que deja espacio para los demás. Para muchas personas esta tarea es la más difícil de completar pero se puede cumplir, ya que existen otras formas de amar y eso no significa que se deje de querer a la persona fallecida o que se pierdan sus recuerdos.

¿CUÁNDO TERMINA EL DUELO?
Según algunos autores el duelo acaba cuando la persona ya no necesita reactivar el recuerdo del fallecido con una intensidad exagerada en el curso de la vida diaria. También puede considerarse terminado cuando se han completado las cuatro tareas. Un punto de referencia puede ser que la persona sea capaz de pensar en el fallecido sin sentir dolor, sin manifestaciones físicas como llanto o sensación de opresión en el pecho. Siempre hay una sensación de tristeza cuando piensas en alguien que has querido y has perdido, pero es una tristeza diferente. Otra señal es cuando la persona puede volver a invertir sus emociones en la vida, con los vivos. El duelo es un  proceso largo y su culminación no será un estado como el que se tenía antes de la pérdida.

 ¿QUÉ ES EL ASESORAMIENTO Y LA TERAPIA EN EL DUELO?
Mientras que muchas personas son capaces de afrontar la pérdida y realizar las cuatro tareas del duelo sin ayuda, otras pueden tener dificultades. El asesoramiento y la terapia ante el duelo son una alternativa que tiene el fin de facilitar dicho proceso.
El asesoramiento consiste en ayudar a que las personas realicen las cuatro tareas del duelo en un marco temporal razonable.
La terapia psicológica se encarga de ayudar a las personas en el proceso cuando el duelo es más complicado.
Cada vez son más las personas que buscan servicios de acompañamiento en el duelo para la realización de un duelo sano y en el Cof2000 podemos ayudarte.

Dirección:
Centro de Orientación Familiar
Edificio del Seminario Diocesano
Camino Real de La Verdellada, nº 1
38207 – San Cristóbal de La Laguna – Tenerife
***
http://cof2000.blogspot.com/
orientaciónfamiliarcof2000@gmail.com
Teléfono: +34 637222821
Con la colaboración de Delegación diocesana de Pastoral de la Salud

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