viernes, 21 de marzo de 2014

CUÁNTOS CROMOSOMAS HACEN FALTA PARA AMAR...

El síndrome de Down es una alteración genética producida por la presencia de un cromosoma extra (o una parte de él) en la pareja cromosómica 21, de tal forma que las células de estas personas tienen 47 cromosomas con tres cromosomas en dicho par (de ahí el nombre de trisomía 21), cuando lo habitual es que sólo existan dos.
 
Este error congénito se produce de forma natural y espontánea, sin que exista una justificación aparente sobre la que poder actuar para impedirlo. No hay que buscar culpables.
 
UN POCO DE HISTORIA
El síndrome de Down debe su nombre al apellido del médico británico John Langdon Haydon Down, que fue el primero en describir en 1866 las características clínicas que tenían en común un grupo concreto de personas, sin poder determinar su causa.

Sin embargo, fue en julio de 1958 cuando el genetista francés Jérôme Lejeune descubrió que el síndrome consiste en una alteración cromosómica del par 21. Por tanto, la trisomía 21 resultó ser la primera alteración cromosómica hallada en el hombre.

El síndrome de Down es la principal causa de discapacidad intelectual y la alteración genética humana más común: 1/700 concepciones. La incidencia aumenta con la edad materna, especialmente cuando ésta supera los 35 años, siendo éste el único factor de riesgo demostrado de tener un hijo con síndrome de Down.

CUANDO LLEGA UN NIÑO CON SÍNDROME DE DOWN
Desde las 88 asociaciones integradas en DOWN ESPAÑA prestamos apoyo a las familias desde el momento mismo en que los padres reciben la noticia de que esperan o han tenido un hijo con síndrome de Down. Estar con ellos desde el primer instante no solo es beneficioso para los padres, que sienten que no están solos, sino también para el recién nacido, con el que empezará a trabajar de inmediato todo un equipo multidisciplinar de profesionales para intentar paliar, en lo posible, los efectos que sobre su desarrollo provoca el exceso de carga genética.

Además, DOWN ESPAÑA realiza labores de orientación a los profesionales de la salud acerca de cómo informar a los padres del nacimiento del hijo con síndrome de Down, así como el asesoramiento a través de un programa específico de salud. Igualmente si se trata del diagnóstico prenatal, algo de vital importancia, pues afecta a cómo los padres encaren el nacimiento de su hijo.

Los programas de Atención Temprana se han demostrado fundamentales e insustituibles para la estimulación del aparato sensorial y motor del recién nacido, para la creación de un contexto óptimo dadas las características propias de su aprendizaje y para proporcionar el apoyo emocional necesario a los padres para que la familia se adapte a la nueva situación.
 

HACIENDO MEMORIA DE LAS JORNADAS SOBRE SÍNDROME POST-ABORTO



HACIENDO MEMORIA DE LA CHARLA FORMATIVA “EL SINDROME POST-ABORTO CELEBRADO EN EL COF2000

En primer lugar, darle las gracias a la Ponente Silvia Alique por su esmero en la preparación y las ideas que nos trasmitió. Con ello, nos llevó a revivir la importancia de rescatar valores que parecen algo “dormidos” en una sociedad en la que predomina un ¿bienestar? Vociferante y poco “pensante”.

Para introducirme en algunas reflexiones sobre su charla, me permito entresacar lo que nos dice la Asamblea General de la O.N.U. a este respecto:

Declaración del Consejo de Europa (8 de marzo 2005. Resolución 4376: “La ciencia y el sentido común prueban que la vida humana comienza en el acto de la concepción y que en este mismo momento está presentes en potencia todas las propiedades biológicas y genéticas del ser humano”. Añadimos a esto lo declarado por la Organización Mundial de la Salud (O.M.S.) en 1970 : “Las mujeres con alguna señal indicativa de trastorno emocional corren mayor riesgo de graves desajustes mentales tras el aborto y más si tenía alguna enfermedad psíquica previa”…….. “cuanto más serio sea el diagnóstico psiquiátrico más perjudicial es para ella el aborto”.

He considerado de importancia hacer estas dos referencias de organizaciones aconfesionales compuestas por profesionales de reconocido prestigio internacional.

De la charla formativa, de estos días, paso a recordar algunos aspectos de los que hago una breve reflexión:

1º.- La hipocresía que, a veces, mostramos en nuestra sociedad que nos lleva a horrorizarnos ( y de hecho no es para menos) del hecho en que aparezcan niños recién nacidos en un contenedor de basura, abandonados en un portal, arrojados en una cuneta o descampado…. La noticia requiere gran atención informativa e investigadora; y, por otro lado, sin embargo se va asentando como socialmente normal el aborto. Incluso se legisla sobre ello para regularlos……

¿Es distinto el niño concebido dentro del útero que fuera del útero?

2º.- Uno de los puntos básicos en los que se apoya el sí al aborto: la asunción de que “la mujer es dueña de su cuerpo” y por tanto es libre para abortar. Esto me lleva a pensar que por el mismo motivo tiene libertad para atentar contra ella misma: mutilarse, suicidarse, drogarse….. ¿esto lo ve normal esta sociedad y por tanto no nos preocupemos de ello?.......¡A qué caos caminamos!.

Desde luego que podrá razonarse el que las personas, en este caso, habrá que atenderlas puesto que, psicológicamente “no son dueñas de sí mismas”.

¿Y las madres que deciden abortar no están afectadas psicológicamente o presionadas socialmente? o ¿suponemos que hay madres que no sienten la maternidad?......... ¡hipocresía!.

3º.- Creo que el aborto nunca es una solución a los problemas acuciantes en que se ve una mujer que decide abortar. De hecho los problemas sociales, medioambientales…., que la empujaron a ello los sigue viviendo día a día; es más ahora se ven agravados por un sentido de culpabilidad añadido que aflorará en diversos momentos de su vida: al contemplar otros hijos, ver jugar a otros niños, visitar a familiares o amigos que hayan tenido un parto, acariciar o coger en brazos a un bebé……, me pongo en su lugar y…. sólo se me ocurre acompañarle en su soledad y abrirme a la misericordia sintiendo su dolor y aconsejarle en la aceptación de su pesar por haberlo hecho.

4º.- En mi vida como persona y profesional, he visto situaciones en que ante un embarazo, la persona se ve rechazada por familiares y amigos (algunos la compadecen). Ellas han seguido adelante a pesar de los pesares y, una vez nacido el niño, las mismas personas que la rechazaban …, ahora se vuelcan con ella y tornan los malos humores y la compasión en una alegría acogedora e incluso ponen al recién nacido en el centro de sus vidas. ¡Bendito sea el cambio!.

5º.- Como cristiano, tengo muchos fallos, creo que Jesús subió a la cruz para redimirnos de nuestros errores y que en sus brazos abierto encontramos el calor de la acogida. El sentirnos acogidos por familiares y amigos es muy importante en la terapia del dolor.

Una vez oí a un sacerdote aconsejar a una madre-soltera, que había abortado y buscaba consuelo a su dolor: “Tu mejor consuelo está en pensar que tienes a un hijo en el Cielo y que ruega por ti. Lo que tienes que hacer ahora es vivir y trabajar por dar sentido de vida a aquellos prójimos tuyos que se encuentran en la misma situación en la que estuviste tú. Con ello tu hijo te sonreirá desde el Cielo”.

Hoy ella es defensora de la vida del no nato.

Al terminar este pentágono al que me llevó tu charla de estos días, en la que tuviste la delicadeza de acordarte de los padres que ¡también sufren con el aborto!, sólo puedo expresar la alegría que nos reporta el tenerte como colaboradora en el C.O.F.2000 del Obispado de Tenerife.

¡¡¡Gracias, Silvia!!!!.

lunes, 17 de marzo de 2014

COMIENZAN LAS JORNADAS SOBRE EL "SÍNDROME POST ABORTO"



En la sede del Cof2000, en la tarde del 17 de marzo, se inauguró la VII Jornadas de Formación sobre el Matrimonio y la Familia. En el presente año el tema abordado en las sesiones es el Síndrome Post Aborto. La información íntegra y veraz de lo que supone el aborto, en cualquiera de sus formas y métodos, no sólo para el no nacido, sino para la madre. No es un tema fácil de abordar en el momento presente, sobre todo a consecuencia del agitado debate social al que asistimos en el presente. Sin embargo, los riesgos físicos y, especialmente, psicológicos de la mujer que se somete a un aborto son, científicamente, indudable. Dña. Silvia Alique, Máster en Orientación y Mediación Familiar por la UPSA, está siendo la responsable de llevar adelante esta formación. Las cuestiones fundamentales de su intervención se centrará en las características del Síndrome post aborto y los caminos de sanación.

martes, 11 de marzo de 2014

JORNADA DE FORMACIÓN SOBRE EL SÍNDROME POST-ABORTO (17 Y 18 DE MARZO)


La segunda víctima del aborto es la mujer. Las millones de mujeres que han caído en la trampa del aborto. Sólo en España son más de 800.000 las mujeres que han abortado desde que se despenalizó el aborto en 1985, y casi todas ellas -por no decir todas-, tarde o temprano - están sufriendo o sufrirán lo que se conoce ya como "Síndrome Post-aborto". Así lo reconoce la organización abortista más importante del mundo: la Federación Internacional de Planificación Familiar. En su Plan Trienal y Programa de Objetivos a Largo Plazo 1990-1993 afirma que: "la incidencia del trauma post-aborto para clientas de abortos quirúrgicos puede llegar a alcanzar hasta el 91% de los casos."

El Síndrome Post-aborto toma su nombre del Síndrome Post-Vietnam, porque fue en los años de esa terrible guerra cuando se legalizó el aborto el EE.UU.
Como no había ya bastantes guerras en el mundo, quisieron declarar la peor de todas, la de los poderosos contra los más débiles, la de los nacidos contra los no nacidos, la de la madre contra su hijo, la de un médico contra su paciente, la de un Estado contra su pueblo... la guerra de las guerras.

Pero al igual que los soldados que volvían de Vietnam traían esa guerra en sus entrañas para atormentarles el resto de sus vidas, así las mujeres que abortaban empezaron a sufrir los mismos síntomas que esos soldados, la misma angustia, la misma desesperación, la misma culpa: pesadillas, insomnio, alcoholismo, agresividad o depresión, psicosis... y suicidio.

Siete veces más suicidio entre mujeres que habían abortado descubrió el Gobierno de Finlandia en un estudio de 1997 sobre una muestra de 9.129 mujeres tomada de la base de datos nacional... un estudio impecable y estremecedor. Además de la altísima tasa de suicidios, descubrieron que en el año siguiente al aborto, esas mujeres sufrieron 60 veces más muertes por causas naturales (enfermedad) que las que habían dado a luz, 4 veces más muertes por accidentes y 14 veces más muertes por homicidios.

Pero en las mujeres, este Síndrome que estremeció al mundo en los rostros y las historias de esos pobres soldados, es mucho más grave aún, porque es oculto, es secreto, es reprimido, es ignorado y es tabú.

A los ojos del mundo, no les pasa nada porque el aborto es "legal", y por definición, lo que es legal debe ser bueno, y lo que es bueno no puede hacer mal. Ergo, a las mujeres que abortan no les puede pasar nada, y si les pasa es su problema, es que, además, son idiotas o están desequilibradas... pero no por el aborto, claro.

La sociedad no puede admitir que una mujer esté atormentada por algo que la sociedad misma le ha procurado, no puede reconocer que le ha dado veneno para beber y que por eso se está quemando por dentro.

Y todos miran para otro lado mientras que las mujeres se vuelven locas: 64% de ellas ingresaron en hospitales psiquiátricos tras su aborto, según un estudio de la Universidad de Baltimore, USA, en 1984; "el 59% sufren trastornos psiquiátricos graves y permanentes tras el aborto" según la Real Academia de Obstetricia de Inglaterra... etc. etc. etc.

Cientos de estudios de muchos países abortistas como Estados Unidos, Canadá, Francia, Inglaterra, Suiza, Australia, Dinamarca y Finlandia han llevado este Síndrome a los manuales Psicología y Psiquiatría de numerosas universidades.