sábado, 30 de junio de 2012

ANÍMATE A RECONOCER TUS VALORES

Cada uno de nosotros debe asumir su responsabilidad, lo mejor que pueda, en medio de nuestra familia, trabajo o medio social en el que nos desenvolvemos; de modo que, nuestras palabras, acciones y sentimientos construyan la paz, respetando las diferencias de opiniones, a través de un proceso de diálogo lo más gradual posible. 

Nos hemos acostumbrado a buscar un constante aumento en nuestra calidad de vida y hablamos continuamente de reformas y cambios. Eso es bueno. Es deseable porque constituye un bien, siempre que vaya acompañado de la visión moral del respeto a nosotros mismos, a los demás y a la naturaleza que nos ha sido dada porque nuestra última meta, la que nos lleva a la felicidad, no se basa en el egoísmo ni en la fuerza corporal; sino en la comprensión y el respeto hacia cada ser. Comprensión y respeto que se basan en la libertad y en el amor. 

Cada uno de nosotros, tiene la responsabilidad moral de ayudar a paliar el inmenso sufrimiento que existe en nuestro alrededor, para ello, debemos contar con que la libertad y la verdad se encuentren en el camino de este mundo que está bendecido con grandes tesoros naturales si los usamos de forma sabia. 

Este es uno de los caminos imprescindibles para la felicidad que buscas. 

Otro de los caminos es la propia aceptación de tu persona. Para ello debes comenzar a disfrutar de lo que vives a diario. Sé generoso contigo. 

Un primer paso de esta generosidad consiste en aceptar un elogio. Y es que, durante nuestra vida, se nos ha enseñado a recibir una crítica con buen talante y a corregir errores, pero…..¡ quizás, no se nos ha enseñado a ser generosos con nosotros mismos! y así, cuando alguien destaca algo positivo de nosotros, tememos ser considerados vanidosos, orgullosos, pedantes…..¡ya es el momento de aprender a escuchar un halago y disfrutarlo!. 

Sé que te puede ser difícil separar este reconocimiento, que los demás hacen de ti, con la inclinación a caer en la vanidad que te lleva a la supervaloración de tus cualidades. Todo depende del ofrecimiento de vida, hacia los demás, sin buscar intereses y de la capacidad de meditar sobre tu destino de vida; y es que, con la meditación, ayudamos a despertar nuestra conciencia más profunda cuando, limpiando nuestro interior de sentimientos negativos, los sustituimos por emociones positivas como la caridad hacia los demás. Estas emociones despertarán, en tu intimidad, nuevos sentimientos que crearán la cadena que te lleve a la felicidad para la que fuiste creado. 

La luz que brota de tu meditación, se puede convertir en luz que ilumine, a los que te rodean, en cuanto es capaz de analizar tus propios errores. 

A ti, que quieres llegar al final de tu destino, que es la vida eterna junto al Padre, te es importante tener claro cuál es el camino. 

Camino que llegarás a vislumbrar a través de la oración que tenderá a formar la conciencia recta y delicada para entender el camino de Dios en los asuntos de la vida diaria. 

Ten siempre, en perspectiva, la figura de Cristo cuando, ciñéndose la toalla, lavó los pies a los apóstoles: 

-“¿Entendéis lo que he hecho con vosotros?. Vosotros me llamáis Maestro y Señor y decís bien, porque de verdad lo soy. Si yo, pues, os he lavado los pies, siendo vuestro Señor y Maestro, también habéis de lavaros los pies unos a otros. En verdad os digo: no es el siervo mayor que su señor, ni el enviado mayor que el que le envía.” 

Esa es la base de nuestra felicidad: Convertir en vida la doctrina del Señor amándonos unos a otros como Él nos amó. 

He ahí nuestra misión. 

He ahí nuestra propia estima 

He ahí nuestra única felicidad. 

El separarnos de este camino, va en contra de nuestra propia naturaleza, llevándonos a la inseguridad y, por ende, a la infelicidad. 

NOSOTROS HEMOS SIDO ENGENDRADOS POR AMOR PARA AMAR. 
PATRICIO GARCÍA RAMOS

jueves, 28 de junio de 2012

Señales de alerta! Dificultades de aprendizaje

Darnos cuenta que algo no funciona del todo bien en el proceso de desarrollo y aprendizaje no es siempre fácil. Algunos padres lo intuimos y lo vemos claramente mientras que otros ,en cambio, no acaban de darse cuenta, bien por la dificultad que les supone la aceptación bien por desconocimiento sobre lo que es "normal" y lo que no. Sea como sea, todos los padres nos preocupamos por la educación y el aprendizaje de nuestros hijos.

Desde el primer contacto con la guardería y/o escuela, la adaptación que van teniendo en ella, cómo van desarrollando sus capacidades y habilidades, lo que les cuesta más o lo que menos les gusta hacer son aspectos a tener en cuenta desde el principio para determinar si existen algunos signos de alerta de dificultades de aprendizaje. Aunque también hay aspectos no escolares o estrictamente académicos que debemos tener en cuenta.

A continuación presentamos una lista de posibles señales de alerta, a modo de guía informativa para que tanto padres o profesores puedan detectar a tiempo al niño que los presenta y, derivarlo para una correcta evaluación e intervención psicopedagógica.

Hemos de tener en cuenta que muchos niños pueden presentar estos signos en un momento u otro, es cuando observamos varias dificultades en él durante un periodo prolongado de tiempo cuando debemos considerar la posible existencia de un problema de aprendizaje.

Una lista de posibles señales de alerta en preescolares (3-6 años) que deberíamos tener en cuenta sería:

  1. Cuando aprendió a hablar lo hizo bastante tarde, más tarde que la mayoría de niños.
  2. Tiene problemas de pronunciación.
  3. Su adquisición de vocabulario es más bien lenta y le cuesta encontrar la palabra adecuada.
  4. Le cuesta aprender rimas y canciones.
  5. Tiene dificultades para recordar secuencias: números, días de la semana, alfabeto o las vocales.
  6. Tiene dificultades para aprender o recordar los nombres de los colores y/o las formas.
  7. Es muy inquieto y se distrae con facilidad.
  8. Es torpe, el desarrollo de sus habilidades psicomotrices que requieren precisión es lento.
  9. Tiene dificultades para seguir instrucciones y rutinas.
Señales de alerta en escolares (6-9 años):

  1. Presenta dificultades con la lectura y la escritura.
  2. No entiende la conexión entre grafema-fonema, es decir entre letra y sonido.
  3. Confunde palabras básicas.
  4. Confunde las letras de simetría opuesta: p/d, b/d, m/w
  5. Hace transposiciones: casa/saca
  6. Hace sustituciones: casa/ hogar
  7. Cuando lee o escribe olvida letras o palabras enteras.
  8. Confunde los signos aritméticos (+, x, -, ..)
  9. Le cuesta recordar datos.
  10. Presenta dificultad para aprender nuevas habilidades.
  11. Tiene dificultad para distinguir la derecha y la izquierda.
  12. Fácilmente pierde sus cosas.
  13. ....
Esta es una posible lista a tener en cuenta para la detección de dificultades en el aprendizaje en nuestros niños. En caso que creamos que presenta varios de estos signos de alerta lo mejor es hablarlo y verificarlo con la escuela, una vez hecho esto (si se considera que efectivamente existen tales dificultades) es importante la evaluación profesional y una correcta intervención psicopedagógica que ayude a nuestro.

Este artículo es puramente informativo, consulte con su escuela si considera la posibilidad de que su hijo tenga dificultades de aprendizaje, ellos le asesorarán sobre cómo actuar.

miércoles, 27 de junio de 2012

Mi bebé se agita y patalea mientras duerme ¿Tiene pesadillas?

Cuando observamos el sueño de nuestro bebé de pocos meses, es posible que hayamos visto que mientras duerme se agita, patalea, incluso puede que emita algún "güé-güé" o hasta llegue a despertarse gritando un poco para luego volverse a dormir.

¿Es posible que nuestro bebe esté sufriendo alguna pesadilla?

Esta fue una pregunta que me realizó vía twitter una seguidora de esta red social.
En principio los bebés de pocos meses no tienen pesadillas ni mucho menos terrores nocturnos. Pero si tienen este tipo de movimientos y agitación, sí emiten sonidos o balbuceos que nos hacen pensar en malos sueños. Cuando observemos este tipo de reacciones en nuestros bebés no deberíamos preocuparnos ya que no son pesadillas como las nuestras. Este comportamiento se debe a la inmadurez de su cerebro , mucho más visible mientras duerme. Su cerebro en desarrollo todavía no es capaz de controlar los mecanismos reguladores de las fases del sueño, provocando que se superpongan la fase activa con la pasiva del sueño, lo que induce a que se muestren agitados, nerviosos, pataleen, balbucee o sonrían.

A medida que van creciendo, evidentemente los bebés van soñando con lo que les va ocurriendo a lo largo del día. Los aprendizajes diarios, como empezar a gatear, dar palmas, decir adiós, ponerse en pie, o la fase del miedo a los extraños o "mamitis" pueden ocasionar cambios en el sueño de nuestros bebés, mostrando más agitación o despertares nocturnos.

Es importante que durante el día mantengamos a nuestro hijo lejos del estrés, aplicando en su vida diaria pautas y rutinas, fijando unas horas más o menos estables para sus paseos, comidas, siestas, baños y hora de acostarlo por la noche. Unos buenos hábitos de sueño se relacionan precisamente con estas rutinas, un niño que vive en un entorno sin ansiedad o estrés, que sigue unos horarios de alimentación y sueño es un niño que dormirá mucho mejor y tranquilo toda la noche.

lunes, 25 de junio de 2012

Esta noche salgo...


Voy a relatar los hechos que suceden cuando los jóvenes o adolescentes, la tarde del jueves, del viernes y del sábado, pronuncian la sencilla frase de: “Esta noche salgo”.

Aquella noche los padres ven con sorpresa que los hijos no tiene prisa.

Después de cenar cada uno por su cuenta , cada miembro de la familia se mete en su mundo por separado: ven la T.V. se conectan al facebook, o al twiter, leen algo, se ponen a hablar por teléfono y a enviarse sms o correos con sus amigos.

A partir de las once y pico, los padres miran el reloj preguntándose si las múltiples llamadas de los hijos habrán significado un cambio de planes. Entonces se les pregunta:

- ¿ No íbais a salir?

- ¿ Pero en qué mundo vives? le responden, ¡si no han dado las doce!

Durante ese tiempo los jóvenes han dado vueltas por la casa, dando la impresión de estar aburridos. Han alejado la tentación de acostarse a dormir jugando al Rol, al Magic y tomándose Coca Cola.

Así llega la medianoche y los padres empiezan a detectar signos de actividad. Si hay suerte, sobre la una de la madrugada los hijos salen de casa. Algunos hasta se despiden; otros dan un portazo para notificar, de forma acústica, su partida. Se les suele decir lo de: _¡”No vengas tarde”. Y, efectivamente hacen caso, porque no llegan tarde, llegan bien temprano, hacia las ocho o las nueve de la mañana...

Al día siguiente, por la tarde, claro, pues por la mañana ellos están durmiendo, se encuentra la familia, y a los padres les gustaría que los hijos contasen cosas, pero son reacios a ello. Solo dicen que han estado en las terrazas y que no les preguntes más pues , pues ¿vas a empezar , ya, con el interrogatorio?. Dicen que ellos tienen derecho a la libertad , que no te metas en “sus cosas” y que ellos saben lo que hacen.

La labor educadora de padres y educadores , puede ser , el tener con ellos una postura receptiva y dialogante. No darles todo pensado, sino tratar de hacerles pensar, por medio de preguntas adecuadas que le ayuden a observar la realidad, le ayuden a reflexionar por su cuenta, a indagar las causas y consecuencias y a buscar por sí mismo las soluciones.

Actualmente en la psicología familiar existe un talante educativo de gran permisividad. Este ambiente es muy destructivo, pues se crece con poca voluntad, poca conciencia propia, sin demasiado sentido de responsabilidad.

Los jóvenes necesitan una educación que sea comprensiva, pero al mismo tiempo exigente. A la larga los jóvenes no agradecen que se haya tenido con ellos una educación excesivamente blanda.
Beby Martín
Psicóloga del Cof2000

domingo, 24 de junio de 2012

¿Con papá y con mamá?

[foto de la noticia] 

Un buen artículo sobre el problema de la custodia compartida de los hijos tras una separación o un divorcio.

Pincha aquí:

PERSONA Y FAMILIA: ¿Con papá y con mamá?:

La cantidad de agua que deben beber los niños

Todos sabemos que es muy bueno que los niños beban agua, pero algunos no la piden porque todavía no hablan y no saben cómo hacerlo, sobre todo, los bebés. ¿Qué cantidad de agua necesitan los niños? Es muy importante que los padres estén atentos para satisfacer su demanda y que los niños estén bien hidratados, ya que por sus movimientos, los niños pierden mucha agua durante el día.

A través del sudor, de la orina o de la respiración, los adultos perdemos unos 2,5 litros diarios de agua. El organismo necesita reponer esta pérdida de líquido y, aunque la comida proporciona casi una tercera parte del líquido que se pierde, los adultos debemos beber de litro y medio a dos litros de agua al día, pero ¿sabemos qué cantidad de agua deben beber nuestros hijos?

Por qué es importante el agua para los niños
El cuerpo del niño está compuesto en un 80 por ciento por agua, mientras que el de un adulto está formado por agua en un 65 por ciento. Por tanto, los niños requieren un mayor recambio hídrico. En general, durante los primeros meses de vida y durante la lactancia, no es necesario dar de beber agua al lactante, salvo en situaciones especiales, como en verano con calor intenso, fiebre o diarrea.

En principio, tanto la leche materna como la leche de fórmula le proporcionan ya la cantidad de líquido necesario para su organismo. Una vez iniciado el destete, es conveniente añadir agua a la dieta del bebé, en una cantidad equivalente al peso de una de las comidas. Beber agua es importante, sobre todo, durante los meses de calor, ya que se suda más y, en consecuencia, se pierden más líquidos.

En función de su edad y de su peso los lactantes de 3 meses, con un peso medio de 5,4 Kg, necesitan beber entre 750 y 850 ml de agua al día, a los 6 meses entre 950 y 1.100 ml diarios y al año de vida entre 1.150 y 1.300 ml cada día. A medida que van creciendo, las necesidades de agua se van incrementando. Así, desde el año hasta los 10 años conviene beber un litro y medio diario (de 4 a 6 vasos), y dos litros entre los 11 y los 18 años (de 6 a 8 vasos).

Para estar bien hidratado, hay que acostumbrar a los niños a tomar agua y este buen hábito forma parte del proceso educativo dirigido al cuidado del cuerpo. El agua ayuda a limpiar el organismo de toxinas y de elementos que deben expulsarse. Además, sirve para mejorar el metabolismo de los alimentos y es importante para evitar el estreñimiento. Por eso, es importante acostumbrar a los niños a beber agua, aunque no tengan sed. El agua que tomen los niños debe estar a temperatura ambiente y no demasiado fría, porque puede producir distensión abdominal.

sábado, 23 de junio de 2012

Fanatismo juvenil por culpa de….

Número siete es el seudónimo de un joven que comenzó jugando en un equipo de barrio y acabó formando parte de un grupo de hinchas radicales cuyo modus operandi era ejercer la violencia a diestro y siniestro después de cada partido. Veinte años después y tras un proceso de conversión, alerta a las familias: la presión de los equipos de fútbol base y de los padres, que quieren que sus hijos sean futuros messis o casillas, puede hacer que los niños -como le ocurrió a él-, terminen confundiendo la violencia con diversión. Éste es su testimonio:

Mi relación con el fútbol se resume en una historia de amor y odio. Comencé a jugar al fútbol a nivel federado cuando cumplí exactamente 10 años. Por entonces, no era más que un chiquillo al que le encantaba hacer regates como los que veía por la televisión y marcar muchos goles para ser el mejor de todos. 

Año tras año, recibía ofertas de equipos grandes donde, supuestamente, podía aspirar a algo. Así, durante 8 años seguidos conseguí llevarme el trofeo de máximo goleador de la liga.

Jugar al fútbol era una liberación para mí: me divertía haciendo lo que más me gustaba y, de paso, iba asesinando, poco a poco, al gusanillo violento que revoloteaba por mis adentros. Mi padre era mi mejor aliado, él les gritaba violentamente a los árbitros y yo me llenaba de euforia al descubrir que quería a su pupilo hasta el punto de pelearse con quien fuera por mí.

A los 18 años y tras pasar por varios equipos casi profesionales, tenía una asignatura pendiente. Se llamaba violencia y, por más que intentaba quitármela de encima, seguía brillando con nombre propio en mi historial académico. Sin titubeos ni justificaciones, el fútbol había sacado lo mejor de mí para enseñarme que aquel deporte en el que tanto me divertía tenía muchas sorpresas preparadas para mí. Y no eran buenas...

Mi espíritu rebelde e inconformista no se contentaba con ser uno más del rebaño; quería destacar y, si era necesario, estaba dispuesto a cruzar cualquier barrera que importunase mi camino. En poco tiempo, el fútbol -disfrazado de malas compañías y aderezado con tintes de superioridad- me llevó a integrarme en un grupo radical que despuntaba de todos los demás. Yo me creía superior y eso me bastaba para estar por encima de todos los partidos que había perdido, y de todos los fracasos que habían acompañado mi carrera profesional.

Las peleas a las que me enfrentaba con doce o quince años, y donde un par de rasguños escocían mi orgullo, se convirtieron en batallas campales, acompañadas de carreras improvisadas, enemigos acérrimos y policías enfadados. Recuerdo partidos en que, una vez dentro del estadio, no miraba ni una sola vez el encuentro que disputaban y donde no me importaba lo más mínimo el resultado, ya que el mejor partido se disputaría en la calle tras el pitido final. Lunas rotas, vallas voladoras y porrazos aderezados con alcohol se convertían, partido tras partido, en el pan nuestro de cada ultra. 

viernes, 22 de junio de 2012

Los padres, principal referencia a imitar


Luke Pace, un niño británico de 12 años, se ha convertido en el nuevo héroe de la prensa amarilla de Reino Unido. La semana pasada salvó a una niña de morir ahogada en un peligroso torrente. Tal como cuentan The Sun y The Daily Mail, en extensos reportajes al respecto, no se lo pensó dos veces: en cuanto vio a su vecina caer al agua se lanzó a por ella y la llevó sana y salva a su casa. Tras la hazaña Pace dijo que sólo quería imitar a su madre, agente de policía con varios premios a sus espaldas por servicios a la comunidad.

Su madre, Sallie Shortland, no lo duda: "Creo que es algo que ha aprendido de mí. Tal vez ha visto mis premios como oficial de policía como algo que admirar”. Shortland salvó a un anciano de morir en su casa tras un escape de gas y consiguió que un hombre que se había cortado una arteria en la pierna sobreviviera. Ahora espera que su hijo siga sus pasos, “y sea policía algún día”. 

¿Comportamiento extraordinario?
Algo que está claro es que el comportamiento de Luke Pace es algo a admirar. ¿Habría hecho lo mismo cualquier otro niño? No está claro, pero lo que sí es seguro es que el modelo de su madre tiene algo que ver con su hazaña. En los hogares se produce el método de aprendizaje más natural para todos los niños, el vicario o modelado, es decir, la imitación del comportamiento de los padres que son los referentes absolutos de todos los niños. No es de extrañar, por tanto, que un niño que ha estado escuchando toda su vida historias sobre heroicidades respecto a salvar a otras personas esté dispuesto a imitar ese comportamiento en su propia vida, aunque entrañe un peligro real. 

Silvia Álava, psicóloga clínica especialista en infancia del Centro de Psicología Álava Reyes, explica que el comportamiento de los padres tiene muchísima importancia en el aprendizaje de los niños: “Papá y mamá son la principal fuente de aprendizaje. Son sus modelos de referencia”. Pero son modelos para lo bueno y para lo malo. “Los niños”, cuenta la psicóloga, “copian con naturalidad lo que hacen sus padres y no se plantean si es bueno o malo”, por eso, advierte, “hay que tener mucho cuidado con la imagen que damos a los niños.”

jueves, 21 de junio de 2012

Dislalias: Mi hijo pronuncia mal, no articula bien

¿Pero qué es la dislalia?La dislalia es un trastorno en el aprendizaje del habla del niño que consiste en la dificultad o incapacidad de articular uno o más fonemas o sonidos concretos de la lengua de forma regular.

Dentro del gran abanico de los trastornos del lenguaje, una de las problemáticas más frecuentes y con mejor pronóstico, es la dislalia o los trastornos en la articulación del lenguaje.

La dislalia puede afectar a cualquier consonante o vocal, pero las más frecuentes se dan con los fonemas "r", "c", "s" y "z" y también con las combinaciones "br-bl", "cr-cl".

Según sus causas se clasifican en:1. Dislalias evolutivas. Son aquellos defectos de pronunciación o articulación que forman parte del proceso normal del desarrollo del habla de nuestro hijo.
 
1. Dislaias funcionales. Se deben a una función anómala de los órganos que intervienen en la articulación (labios, lengua, ...).

2. Dislalias audiógenas. Se trata de dificultades articulatorias debidas a una audición defectuosa.
 
3. Dislalias orgánicas. Pueden ser debidas a un trastorno neurológico (disartrias) o a una anomalía en los órganos implicados en el lenguage (disglosias).

Todas ellas, sea cual sea la causa, producen una mala articulación del lenguaje oral.

¿Cómo identificarlas y cuando preocuparnos?Es posible que hayamos notado en los últimos días que nuestro hijo no articula bien algunos sonidos del habla, que confunda unos con otros o que los omita directamente y, lógicamente, nos hemos empezado a preocupar. En principio este tipo de dificultades articulatorias son comunes en niños de 2 a 5 años.

Tal y como comentaba al principio del artículo, cuando hablaba de las dislalias evolutivas, en el proceso de aprendizaje del habla es habitual que los niños cometan errores, sustituciones u omisiones de fonemas. Dentro de una evolución normal de maduración del niño estas dificultades se van superando poco a poco.

¿Cómo se tratan?Es preciso acudir al especialista, consultar con el pediatra o hablar con la escuela, si observamos que nuestro hijo presenta algún tipo de dificultad articulatoria cuando habla. Si esta dificultad persiste en el tiempo y no se corrige más allá de los 4 o 5 años se considera que este problema articulatorio, la dislalia, es patológico y por tanto debe ser tratado.

La dislalia evolutiva no requiere de un tratamiento directo, ya que como vamos viendo, se trata de un proceso normal, pero sí debemos estar atentos y hablar a nuestro hijo de una forma clara y adulta, sin imitar los defectos que produce ni tomarlos como una gracia, ya que podríamos estar reforzando esta pronunciación defectuosa e impedir su correcta evolución.

El tratamiento de la dislalia funcional consiste en entrenar y ejercitar los movimientos de los órganos articulatorios (lengua, labios, ...) para que el niño logre la habilidad para poder pronunciar el fonema alterado.

En caso de existir causas orgánicas (frenillo lingual o labial) debemos acudir al médico especialista.

miércoles, 20 de junio de 2012

Claves para averiguar si tu hijo es “acosador” o “acosado”

bullying acoso escolarEs una tarea propia de los padres y que no debe obviarse, ni escudarse en el clásico “es cosa de chicos”. Ya que esas cosas de chicos puede tener consecuencias más o menos graves en los implicados en el bullying y en todos los que le rodean. De ahí la importancia de ejercer nuestra responsabilidad como padres.

Características para sospechar que nuestro hijo está siendo acosado
  1. Baja autoestima y gran inseguridad, que pueden ser a la vez tanto causa como consecuencia del bullying o acoso.
  2. Suelen tener un carácter débil, sumiso, introvertido, tímidos, aunque no siempre tiene que cumplirse…
  3. Tienen escasas habilidades para establecer y mantener relaciones sociales.
  4. Puede darse una sobreprotección familiar en estos casos.
  5. Altos niveles de ansiedad y angustia, previos y posteriores al acoso.
  6. Presencia de lesiones físicas como golpes o hematomas, que suele justificar con caídas, resbalones, etc.
  7. Cambios fuertes en el estado de ánimo y en el humor.
  8. Pérdida o rotura de pertenencias que lleva a la escuela.
  9. Evita excursiones y cualquier evento que implique contacto con el acosador.
  10. No quiere hablar de todo lo relacionado con el colegio.
  11. Desciende el nivel del rendimiento académico.
  12. Pueden aparecer pesadillas y terrores nocturnos, alteraciones del sueño y mala calidad del mismo.
  13. Alteraciones en el apetito y aumento del riesgo de conductas alimentarias inadecuadas.
  14. En ocasiones será necesario que te pongas en manos de un experto en el tema, un psicólogo puede ser de gran ayuda.

Los niños y la "Tele"

Durante el tiempo de ocio del que disponen los niños me pregunto ¿cuánto pasan delante del televisor? ¿Cuántas horas dejamos los adultos que estén absorvidos mirando dibujos o cualquier otro tipo de contenido televisivo? ¿Nos importa realmente? ¿Pensamos que nuestros hijos se están convirtiendo en teleadictos? ¿Prefieren ver la tele a realizar cualquier otra actividad? ¿Ven la tele mientras desayunan, comen, meriendan y cenan? ¿....?

Todas estas preguntas y otras más que me ido planteando me han surgido a raíz de una propuesta de post por parte de una seguidora de twitter, Pilar de @mamasaldia y blogger de http://desesperadamama.blogspot.com.es, a quien le dedico especialmente este atículo por ser la inspiradora del mismo.

La reflxión que hago sobre el tiempo que un niño pasa delante de la tele es que ese tiempo se lo resta a otras muchas cosas importantes para su desarrollo: menos tiempo para jugar, menos tiempo para leer, menos tiempo para estar con sus padres, ...

Pero también es indiscutible que la tele se ha converido en la niñera perfecta. Los niños delante de la pantalla del televisor permanecen quietos y tranquios, dejan de hacer ruido y ... no nos molestan. Y por esta razón, muchos padres cuando están con sus hijos en casa recurren a la tele para que les dejen tranquilos. Esto ocurre sobretodo en entornos urbanos, donde encontramos pocos lugares apropiados para el juego de los niños. Es cierto que hay parques espléndidos, pero otros no lo son tanto, y ... cuando llueve o hace mal tiempo, entonces ¿qué?.

En casa y sin pagar mucho dinero tenemos la niñera perfecta , es el recurso fácil, el modo de terner calmados a los niños sin tener que estar mucho por ellos. El modo de no romperse la cabeza y pensar cómo entretenerles o a qué jugar. Pero ... la tele no debería ser una niñera, no deberíamos dejar solos a los niños ante el televisor sin supervisión.

Un niño de 2, 3, 4 o 5 años debe estar activo, correr, saltar, moverse, manipular cosas, tocar, expirimentar con los objetos (aunque ésto nos ponga de los nervios). Es mediante la actividad física y exploratoria como se producen sus aprendizajes más significativos. Ver los artículos Niños de 3 a 4 años: cómo son y Niños de 3 a 4 años: qué les gusta hacer. Y es que en los hogares españoles hay como mínimo 1 o 2 televisores. Y pasamos delante del televisor un promedio de 3 horas. Así que no es de extrañar que los más pequeños también consuman contenidos televisivos en exceso.

No discuto los beneficios recreativos, pedagógicos o socializadores que aporta la televisión, mis hijos obviamente ven televisión. Se trata de cuánto tiempo pasan delante de la tele, embobados, quietos, paralizados, ...

¿Qué podemos hacer los padres si nos preocupa el tiempo que pasan nuestros hijos delante del televisor?
En lo posible no deberíamos recurrir a la tele como ni como niñera ni como recurso para matar el tiempo libre de nuestros hijos.
No utilicemos la tele como una forma de quitarnos a nuestros hijos de encima para tener tiempo libre nosotros.
Limitar su uso , la Academia Americana de Pedriatría recomienda menos de 2 horas al día para ver la tele.
Autolimitarnos para dar ejemplo, ya que existe una estrecha relación entre los hábitos televisivos de padres e hijos.
Se recomienda, y recomiendo no dejar a los niños pequeños a solas delante del televisor y menos a oscuras porqué podrían pasar miedo y/o podrían aparecer contenidos poco apropiados para su nivel de edad y educación.
Conviene hacer lo posibe para que hagan otras actividades: que jueguen, jugar nosotros con ellos, que tenga aficiones (apuntarlo a actividades extrescolares: fútbol, básket, ...), actividades dentro de casa (pintar, dibujar, cocinar con nosotros, ...) para que la tele no sea el único recurso de su tiempo libre.


 

martes, 19 de junio de 2012

El gateo de los bebés previene el déficit de atención

Para muchos padres, que sus bebés empiecen a andar de forma temprana es toda una hazaña que contar a los familiares. Sin embargo, tanto el arrastre como el gateo son fases imprescindibles en el desarrollo cognitivo y sensorial de las personas. Desde 1995, el Instituto Fay trata a niños y adultos con problemas de déficit de atención o trastornos cognitivos que tienen, entre sus principales causantes, la falta de gateo. «Este ayuda a establecer distancia entre el suelo y los ojos, y a desarrollar la coordinación y el sentido de la lateralidad», explica Carlos Gardeta, director del centro. 

Nicolás tiene ocho años y acude al centro desde que tenía cuatro. «Sacaba muy malas notas en el colegio, tenía crisis nerviosas muy fuertes, lloraba y gritaba, y no sabía explicar por qué», cuenta su tía Raquel. Nicolás, además de no gatear durante su infancia, es adoptado. Como los hijos de Marian y Arturo, que sufrían falta de concentración, no tenían amigos en el colegio y se irritaban con facilidad. 

«Este tipo de trastornos es muy frecuente en niños adoptados. Añadido al estrés que les trasmite la madre al tener que abandonarles, sufren la privación sensorial —afirma Carlos—. Porque las madres funcionan como sanadoras naturales con sus estímulos táctiles (besos, caricias...)». Pero al centro llegan también muchos niños con sus padres biológicos porque los problemas que se producen durante el parto, como la falta de oxigenación del bebé o las dilataciones muy largas, también están relacionados con los trastornos de déficit de atención. 

El GPS dañado
Todas estas afecciones se traducen en daños en el sistema vestibular, «que es el GPS de nuestro cuerpo. Como un sexto sentido que nos indica en cada momento dónde estamos y nos facilita el equilibrio y la capacidad de movernos», explica Estela Alcaraz, psicopedagoga del centro. «Por eso, los niños hiperactivos se mueven constantemente sin propósito alguno, porque buscan su posición en el espacio». A través de la estimulación sensorial, especializada y dirigida a las áreas que presentan problemas, los pedagogos y profesionales médicos del equipo de Fay ayudan a establecer nuevas conexiones cerebrales entre neuronas. 

Y no solo en los niños, porque la plasticidad del cerebro se produce a lo largo de la vida: «La mala percepción auditiva, visual, táctil, etc., que se pierde con los años puede corregirse con programas de estimulación como los que hacemos en el centro», asegura Alcaraz.

Mi hijo es muy impaciente y exigente. ¿Qué hacer?

"Agua", "Dibujos", "Luego no, ahora", ...

Estas sencillas frases seguramente les sonaran a más de una madre y algún padre. Exigente, impaciente, cuando quiere una cosa la quiere ya, no sabe esperar e insiste una y otra vez hasta que consigue lo que quiere.

La impaciencia en los niños es algo innato, pero saber esperar es algo que se aprende y, por tanto, podemos y debemos enseñar a nuestros hijos a esperar, a ser pacientes y menos exigentes con los demás.

Es importante que poco a poco eduquemos a nuestros hijos en el "arte de la paciencia". Un niño impaciente y muy exigente se puede convertir fácilmente en un pequeño tirano que nos intentará tener siempre a sus órdenes.

Un niño al que no se le niega nunca nada, al que le concedemos siempre todo aquello que nos pide de forma inmediata, al que cedemos ante cualquier rabieta o capricho, llegará a pensar que todo gira alrededor de sus deseos y ... sin darnos cuenta hemos preparado el caldo de cultivo perfecto para que nuestro niño se convierta en ese pequeño tirano exigente e impaciente. Por tanto no pensemos que todavía es demasiado pequeño, nunca es demasiado pronto para enseñarles que en la vida hay que saber esperar, aunque esto pueda resultar muy frustrante.

¿Cómo enseño a mi hijo a ser paciente?
En primer lugar debemos revisar nuestras actitudes y conductas, ya que nuestros hijos son esponjas que absorben todo aquello ven a su alrededor, por tanto si nosotros nos mostramos muy exigentes con ellos, no nos ha de extrañar que intenten ser como nosotros.

1. Evitar pedir que nuestro hijo haga las cosa "ya". Si lo que queremos evitar es que nuestro hijo nos pida las cosas "ya" debemos intentar no actuar nosotros del mismo modo.

2. No premiar la impaciencia. Si cada vez que nuestro hijo nos pide algo se lo concedemos para evitar una de sus rabietas, estamos fomentando la impaciencia y la exigencia, por tanto intentaremos no darle las cosas que nos pide de forma inmediata.

3. Fomentar la paciencia. Elogiar y recompensar cualquier pequeña muestra de paciencia de nuestro hijo. Expresémosle lo contentos que estamos porqué ha sabido esperar.

4. Definirles el concepto de paciencia. Cuando son muy pequeños, los niños, no están familiarizados con este concepto por lo que es conveniente que les vayamos explicando qué es lo que significa. Por ejemplo podemos decirles: " Que bien, estás siendo muy paciente esperando a que mamá acabe de recoger". De este modo estamos enseñando a nuestro hijo a saber esperar, a posponer sus deseos, a ser paciente, aunque él todavía no sea consciente de ello.

5. Mantengamos la calma. Cuando nuestro hijo nos monte la rabieta o empiece a protestar porqué no consigue aquello que quiere, debemos recordar que nuestro pequeño está aprendiendo una importante lección: la paciencia. Si demostramos con nuestra actitud que somos pacientes pronto aprenderá a serlo él también.

Y por último y no menos importante, debemos asegurarnos que nuestro hijo entiende que no es su insistencia lo que permite satisfacer sus deseos. Es decir, aunque se pase todo el tiempo insistiendo y protestando o lloriqueando, debemos hacerle saber que cuando vayamos a hacer aquello que exigía lo hacemos porqué hemos terminado de hacer lo que estábamos haciendo y no porqué estuviera reclamando todo el rato.

lunes, 18 de junio de 2012

Mi bebé llora ante los extraños. El bebé que extraña.


¿A quién lo he habrá sucedido alguna vez?. Se nos acerca una vecina, conocido o familiar para decirle cualquier monería a nuestro bebé, cogerlo en brazos o hacerle una caricia ... y el pequeño empieza a hacer pucheritos o a llorar desconsoladamente ante la mirada desconcertada del "desconocido" o "extraño". 

Entre el sexto y octavo mes nuestro bebé simpático, el que sonreía a todo el mundo, ahora reacciona de un modo distinto, ha crecido y al crecer muestra cierto recelo, rechazo o miedo. Empieza una fase caracterizada por el "miedo a los extraños" que puede durar hasta casi los 2 años.

¿Por qué? La verdad es que al principio, cuando nacen y durante los primeros meses, los niños no saben diferenciar entre su "yo" y el de la madre, se creen parte de ella, y será paulatinamente como irá adquiriendo este concepto.

A partir de los seis u ocho meses se produce un hito importante en su desarrollo, y empezará a distinguir entre sus seres queridos y los extraños, mostrándose ante éstos con recelo, miedo, o rechazo. Cada bebé tendrá su modo de expresar su disgusto: algunos solo giran la cara, otros lloran, otros gritan o se esconden ... pero todos demuestran este miedo o rechazo a los desconocidos.

Este cambio evolutivo es un logro muy importante ya que significa que ha empezado a reconocer a su madre como persona, como alguien diferenciado. A partir de este momento, muestra sus preferencias, con quien desea estar, ve claramente que ese desconocido no es mamá ni papá u otra persona familiar y por este motivo reacciona con disgusto cuando se le acercan desconocidos e intentan hacerle alguna gracia.

Ante estas reacciones de enfado no nos debemos alarmar ni preocupar, todo lo contrario, hemos de saber que son reacciones completamente normales y sanas que forman parte del proceso evolutivo de nuestro bebé. Es completamente normal que durante algún tiempo el niño prefiera, ante cualquier otra persona a mamá, papá o algún familiar cercano, sin que esto suponga un retroceso en la sociabilidad del niño. 

¿Qué podemos hacer?
En primer lugar, no obligar a nuestro pequeño a estar en brazos de alguien si él no lo desea, si está llorando lo mejor que podemos hacer es tomarlo en nuestros brazos y consolarle, dándole la seguridad que necesita. Cuando haya recuperado el equilibrio, podemos quedarnos junto a la persona que quería cogerlo y, poco a poco cuando ya se sienta seguro y lo vaya aceptando, intentar dárselo con mucha tranquilidad. Si aún así lo rechaza, no lo obligaremos.

Hemos de advertir también a los familiares que se acerquen sin hacer gestos bruscos, aspavientos o cualquier tipo de manifestación afectuosa con demasiado énfasis. Los niños de esta edad tienen miedo a los extraños, como estamos viendo, a la separación de sus padres y a los ruidos fuertes, y muchas veces y con toda la buena intención del mundo, hay personas que les gritan cuando les quieren hacer una monería ... provocando el llanto del pequeño.

domingo, 17 de junio de 2012

Es imprescindible revitalizar la familia

Dentro de uno, dos, tres meses, seguiremos hablando de crisis económica, que no sabemos muy bien como se resolverá, aunque seguramente las cosas no van a volver a ser como antes. Las fuerzas financieras y económicas y nuestra dependencia de Europa no están en nuestras manos, en las manos de eso que se ha dado en llamar la sociedad civil.

Pero como afirma la declaración de Madrid, la unidad fundamental de la sociedad es la familia y no el individuo aislado, abandonado a los vientos de la propaganda y la manipulación, y esta célula esencial está en nuestras manos revitalizarla y defenderla. En muchos casos los desastrosos efectos de la crisis han conseguido paliarse gracias a la solidaridad familiar, acogiendo y ayudando a sus miembros más golpeados.
La familia, como lugar privilegiado en el que sus miembros son amados y acogidos por sí mismos, es aquella formada por la unión estable de un hombre y una mujer que dan vida, cuidado, educación y atención permanente a sus hijos, prolongando su dedicación amorosa a la siguiente generación.

Aunque se hable ahora de diversos tipos de familia, solo la familia natural es la que puede cumplir el papel de unidad fundamental de la sociedad. Los otros tipos de familias siempre adolecen de alguna carencia o son meras invenciones del Estado que trata de realizar una labor de ingeniería social inaceptable, en lugar de promocionar el bien común sin manipulaciones partidistas.

El ejercicio responsable de la sexualidad está ordenado a la transmisión de la vida y cuando una vida se inicia, el que va a nacer tiene derecho a tener un padre y una madre, que le sirvan de referencia para su desarrollo. La reproducción humana no puede trivializarse a mero accidente, o a manipulación embrionaria, más cercana a las técnicas ganaderas que a la dignidad de la persona.

Afirma la declaración de Madrid algo obvio: que la familia es anterior al Estado y que los gobiernos legítimos existen para protegerla y ayudarla a cumplir su misión de transmisoras de la vida, de la civilización y de la cultura. La educación de los hijos corresponde a los padres. Pienso que fue un error llamar a un ministerio de Educación, cuando era mucho más correcto el de Instrucción Pública. Educar corresponde a los padres, transmitir conocimientos de física o de matemáticas, de gramática o de arte, por ejemplo, puede ser obligación del Estado promoverla y vigilarla.

El llamado estado de bienestar en crisis y pronto insostenible, tiene su más clara causa en la brutal disminución de la natalidad, el invierno demográfico y el envejecimiento de la población. Las familias podrán evitar el desastre demográfico si logran liberarse de su egoísmo consumista.

Hay otras muchas afirmaciones sobre la familia en esta declaración de Madrid que merecen ser leídas, reflexionadas y comentadas.

sábado, 16 de junio de 2012

Dejen de manipular a sus hijos

A quién quieres más, ¿a papá o a mamá?’. ‘Tu padre no te quiere, ¿no ves que no me da dinero?’... Ningún menor debería nunca escuchar frases como éstas, y para luchar contra ello nació precisamente laFundación Filia de Amparo al Menor, que “lucha por la concienciación de la sociedad frente a un tipo de maltrato disfrazado y ejercido por los padres a sus propios hijos, a los que somete a un conflicto parental a través de la manipulación tras el divorcio”.

Como explica su presidenta, Lucía del Prado, “esta iniciativa surge hace ya más de un año, a través de un grupo de profesionales expertos en la materia, que están tratando a padres y madres que sufren esta dramática situación. Algunos de ellos han perdido el contacto completamente con sus hijos, debido a que uno de los progenitores, a través de la manipulación, los utiliza como armas arrojadizas, alejándoles del otro y llegando a perder el vínculo para siempre. Hay muchas pequeñas asociaciones, pero no existía nada que relamente luchara por la protección del menor, en este ámbito, de ahí que creáramos la Fundación”.

Cada año se producen en España una media de 150.000 procesos de divorcio, de los cuales casi un 30% son de tipo contencioso: 30.000 menores se ven afectados por ello. “Esto son las estadísticas oficiales, y no tienen nada que ver con la realidad. Sabemos que los casos van en aumento. De hecho, podemos decir que estamos ante una nueva alarma social. Tanto es así que hemos iniciado la creación de una Comisión de Investigación para dar a conocer esta realidad, prevenir y paliar las consecuencias que se producen en los menores”, argumenta Lucía del Prado.

viernes, 15 de junio de 2012

Cómo dejar de morderse las uñas

La onicofagia o morderse las uñas es un hábito adquirido que puede desencadenar problemas como padrastros, heridas e infecciones (tanto en dedos como en labios), alteraciones estéticas o incluso alteración en la posición de los dientes, además de representar en algunas culturas una falta de educación. La onicofagia puede tratarse de una conducta para rebajar la ansiedad, te tal manera que quienes se muerden las uñas piensan y sienten que hacer algo placentero reducirá la ansiedad.

Al margen de estas valoraciones iniciales, la mayor parte de nosotros considera que es una conducta que debe ser corregida, tanto en niños como en adultos, y de esto es lo que va a tratar el artículo.

Veamos las consecuencias que puede producir la onicofagia o morderse las uñas:

- Padrastros, heridas e infecciones en dedos.

- Heridas e infecciones en labios y encías.

- Desgaste de los incisivos alterando su forma natural.

- Verrugas periungueales.

- Alteraciones estéticas en dedos, uñas y dientes.

- Dificultad para realizar tareas minuciosas que requiere el uso de las uñas.