domingo, 29 de junio de 2014

¿Qué estrategias hay para solucionar conflictos dentro del matrimonio?

Muchas diferencias en la pareja provienen del hecho que cada uno trae consigo su propia experiencia de vida y cultura.

Aunque el matrimonio está fundado en el amor es natural que las parejas encuentren diferencias y dificultades que deben aprender a reconocer y resolver, para evitar el conflicto. Un conflicto no es un desacuerdo. Los desacuerdos son normales. Pero cuando los desacuerdos no son respetados o causan problemas en la pareja, se convierten en conflictos.

Muchas diferencias en la pareja provienen del hecho que cada uno trae consigo su propia experiencia de vida y cultura. Es decir, con frecuencia cada cónyuge tiene una forma de hacer las cosas y de ver el mundo muy distintas, según lo aprendieron en sus respectivas familias o en el ambiente donde crecieron.

En la familia cada individuo aprende cómo resolver dificultades y conflictos de acuerdo a como lo hicieron sus padres y quienes los rodeaban, así como la forma de expresar la rabia o frustración. En algunas familias, por ejemplo, no se permite que los hijos expresen su enojo o rabia. Por eso estas personas crecen no sabiendo qué hacer con estos sentimientos. Cuando se casan, al primer signo de conflicto, ellos pueden pensar que hay algo muy malo en su relación; que se equivocaron de pareja e incluso deseen el divorcio.

La cultura también nos enseña cómo actuar frente a los conflictos. Por ejemplo, en muchas de las culturas latinoamericanas mientras al hombre se le permite no sólo expresar su enojo sino incluso ser agresivo, a la mujer por el contrario se le ha enseñado a quedarse callada para evitar los conflictos, no expresando lo que siente o necesita. Este tipo de actitudes aprendidas de la cultura y en la familia son precisamente las que hacen difícil que haya un diálogo franco entre los dos cónyuges, que les permita crecer juntos y resolver sus conflictos de una manera saludable.

La experiencia de vida también cuenta a la hora de formarnos una visión del mundo; Lo que puede causar miedo o ser difícil para alguien, no lo es para otro, según haya aprendido a vivir con eso o no. Por ejemplo, alguien que creció con personas enfermas sabe cómo sobrellevar esta situación mejor que quien nunca tuvo a alguien con limitaciones de salud o físicas en su casa. Nuestras reacciones tienen mucho que ver con el mensaje que tengamos asociado con ese fenómeno. Y por supuesto, los dos miembros de la pareja no siempre tienen las mismas experiencias.

Es claro entonces que el pasado de una persona (lo que aprendió de su familia, de su cultura o de su experiencia de vida) es muy importante para entender sus reacciones y sus formas de ver la vida. Por eso novios y esposos deben interesarse en conocer el pasado, las raíces, la historia personal y los recuerdos de su pareja, para tratar de entender también qué huella han dejado estos en su vida y ser así más comprensivos y menos conflictivos.

Conocer que no todos aprendimos lo mismo ni de la misma manera debe igualmente ayudarnos a relativizar nuestra manera de hacer las cosas, si al final se llega al mismo resultado. Así por ejemplo, “aunque haga el arroz con una receta diferente a la de mi mamá, lo importante es que sabe igual de sabroso“.

Todos podemos tener una manera de pensar diferente, sin que esto, necesariamente cause un conflicto. Nuestras actitudes ante las diferencias son las que determinan si estas se van a convertir en un conflicto o no.

Nuestras actitudes ante las diferencias son las que determinan si estas se van a convertir en un conflicto o no.

He aquí algunas actitudes que los expertos señalan como de gran ayuda para favorecer el diálogo y la solución de conflictos:

Con frecuencia pensamos que lo que nos gusta a nosotros o nos alegra va a halagar a nuestra pareja. Sin embargo con el tiempo y observación, nos damos cuenta que esto no es tal. La comunicación entre parejas debería mejorar con el tiempo. Las parejas entre más se conocen puede estar más atentas a las necesidades del otro.
Mejore su habilidad y disposición para escuchar. No se puede entrar en comunicación con una persona que no desee escuchar. Y para escuchar, se necesita poner toda la atención a la persona que le habla.

Aprenda a expresar sus puntos de vista, deseos o necesidades. Nadie sabe mejor lo que una persona piensa o necesita que ella misma. Por lo tanto esperar que la otra persona le adivine el pensamiento es irreal.

Tenga una mente abierta donde puedan caber otras opciones y formas de ver una realidad. Nadie posee toda la verdad. El punto de vista de otro puede además enriquecerle.

Diga las cosas sin ofender, procurando dar a la otra persona el beneficio de la duda. Esto quiere decir, que al expresar un desacuerdo o enojo sea capaz de usar un lenguaje que exprese el interés por saber o comprender el porqué de las actitudes o comportamientos de la otra persona, sin culparlo o descalificarlo. Por ejemplo, diga: “¿Lo que quieres decirme es que te molesta mi desorden?". Esta es quizás una de las mejores herramientas para la comunicación.
Procure hablar de un asunto a la vez, no se salgan del tema. No caiga en la trampa de responder a insinuaciones o conductas destructivas que desvíen la comunicación y hagan que el conflicto se agrande.

Procure asumir la responsabilidad por aquello en lo que usted considere que ha contribuido al problema. Puede decir, por ejemplo, “yo reconozco, o, lamento que yo...”. Cuando se intenta resolver un conflicto con frecuencia se busca la reconciliación. Pero si no tomamos responsabilidad por nuestros actos o pedimos disculpas, el encontrar una solución al conflicto será más fácil.

Aunque todas estas habilidades le serán de mucha utilidad se debe reconocer que quizás, lo más importante para la buena comunicación es el cómo se ve usted mismo(a), es decir, su auto estima. Esto significa valorarse y al mismo tiempo saber reconocer sus errores. Finalmente, no olvide tratar de ponerse en el lugar del otro, es decir, esté dispuesto a reconocer que en muchas ocasiones si usted estuviera en las mismas circunstancias posiblemente actuaría igual o quizá hasta peor.

Si desea aprender técnicas de resolución de conflictos se recomiendan los siguientes talleres que se dan en varios lugares del país: “Comunicación Activa” del Active Relationship Center y “Habilidades para Familias Saludables” del Family Wellness Association.

Lecturas complementarias: Escobar Isaza, Gustavo Adolfo, Hacerse Pareja: Guía para construir una relación Duradera. Editorial Mad, SL, 2005; Aaron Beck, Con el amor no basta: cómo superar malentendidos, resolver conflictos y enfrentarse a los problemas de pareja. Ed. Paidos, 1990; Gustavo Salesman, Cómo llegar a obtener un matrimonio feliz. Ed. San Pablo.

Artículo originalmente publicado por Por tu Matrimonio 

domingo, 22 de junio de 2014

EL GRUPO SED DEL PASTORAL FAMILIAR CONCLUYE EL CURSO EN UN ENCUENTROFRATERNO


DIEZ PASOS PARA ORAR EN PAREJA

La velocidad con la que va el mundo nos hace actuar en ocasiones como seres mecánicos y programados, a tal punto que cuando nos levantamos en la mañana, nuestra mente nos envía la información de todas las funciones, acciones, recorridos, labores y actividades que debemos cumplir a contrarreloj. Cuando cae la noche y regresamos a nuestra cama, nos sentimos conformes o frustrados porque logramos cumplir en su totalidad con el horario asignado. Día a día hacemos lo mismo, olvidándonos de algo muy importante: la oración en pareja.

La oración es el reconocimiento de nuestros límites y de nuestra dependencia: venimos de Dios, somos de Dios y retornamos a Dios. Por ello cuando oramos, y más aún cuando lo hacemos en pareja, nuestra unión matrimonial se fortalece y nuestra fe se acrecienta cuando tienes al Todopoderoso como centro de tu vida y le expresas tus alegrías, tristezas, triunfos, fracasos, ideales y realidades.

Mi esposa yo así lo entendemos. Por ello, tomamos el compromiso de que antes de ir a la cama a descansar, destinamos un tiempo para orar. A veces el cansancio de la jornada del día, nos invita a no hacerlo, pero la disponibilidad en pareja nos ha permitido que uno de los dos pueda encargarse en dirigir la oración mientras que el otro lo acompaña desde el silencio. A continuación les compartiremos los diez pasos que hacemos para orar en pareja; tan solo tardará algunos minutos:

1. Establecer una hora para orar juntos.
2. Asignar quién dirige la oración.
3. Tomarse de las manos para orar.
4. Comenzar la oración dándole gracias a Dios.
5. Pedir perdón.
6. Comprometerse a cambiar los errores.
7. Pedir por aquello que más estén necesitando.
8. Afirmar que lo pedido se cumplirá.
9. Expresar a Dios cuánto lo aman.
10. Finalizar la oración con un abrazo.

sábado, 21 de junio de 2014

Los padres tienen un gran papel y responsabilidad en la orientación sexual de sus hijos

Richard Cohen, conocido terapeuta ex homosexual, publica en España un libro para ayudar a quiener quieren salir del estilo de vida gay.

Siempre que tiene oportunidad, el terapeuta pide perdón a los homosexuales si alguien se ha sentido ofendido alguna vez. Con todo, no cesan los sabotajes cuando se desplaza desde su país, Estados Unidos, a impartir sus cursos. Para cubrir este objetivo y la presentación de su último libro, Hijos gay, padres heterosexuales, ha estado en España y se ha encontrado con el rechazo de algunos, porque Cohen afirma que, como ocurrió en su caso, se puede sanar la tendencia por el mismo sexo.

Niega que se pueda probar científicamente que se nazca homosexual, porque “la biología dice lo contrario”, al tiempo que recomienda “a los padres que acojan y abracen el mundo femenino de sus hijos de igual modo que las madres hagan lo propio con el masculino de sus hijas y comprobarán como estos niños regresarán naturalmente a su orientación sexual acorde con su sexo.”

-Usted ha dicho que sanar la homosexualidad no es curar una enfermedad, ¿es, por tanto, facilitar que la persona viva mejor su condición sexual?

Efectivamente. Hay distintas razones por las que alguien siente atracción por el mismo sexo. Por lo tanto, si les ayudamos a identificar esos motivos y luego a resolver cada uno de esos aspectos no tendrán que sufrir consentimientos homosexuales después de ese proceso. Les intentamos ayudar a resolver las causas para que lleguen a ser libres.

-¿Con qué argumentos sostiene que la condición natural del ser humano es la heterosexualidad?

Simplemente por la biología, que demuestra que el hombre y la mujer se compaginan perfectamente en el aspecto físico. Cualquier homosexual proviene de una pareja heterosexual. Sabemos qué causas provocan la homosexualidad, por lo tanto, podemos prevenirlas. En mi nuevo libroHijos gay, padres heterosexuales (Libros Libres), hay doce principios que las familias pueden hacer para ayudar a sus hijos gays o lesbianas a cambiar o prevenir estas situaciones, porque biológicamente estamos diseñados como heterosexuales.

-Recientemente decían en un programa de televisión que un niño de 2 ó 3 años es consciente de cuando su orientación sexual es distinta de su sexo ¿Qué opina al respecto?

He visto, como terapeuta y en la literatura científica al respecto, que si un niño actúa o desarrolla un comportamiento no acorde a su sexo, implica que un niño es muy femenino o una niña muy masculina. Hemos comprobado que hay tres generaciones anteriores a ese niño en las que no existen o son muy escasos los vínculos entre padre-hijo. En este sentido, ocurre igual en relación con las mujeres, pues es en la cuarta generación cuando una niña actúa de manera masculina. En definitiva, no han nacido gays, lesbianas o transexuales.

San Juan recoge que cuando los discípulos preguntaron al Maestro quién era culpable de la ceguera del invidente si él o sus padres, Jesús respondió que ninguno de los dos, porque la obra y la misericordia de Dios se iban a manifestar a través de su enfermedad.

Por tanto, esos niños que actúan en desacuerdo a su sexualidad son la bendición para restaurar los vínculos de todas sus familias. Porque al niño pequeño le gusta jugar con Barbies y el padre tiene que unirse al mundo del niño y preguntarle qué le gusta de las Barbies. El niño dirá que le encanta su pelo rubio, su vestido rosa, sus tacones…, y el padre le apoyará en estos comentarios, con lo que estará uniéndose al mundo emocional del niño, que se sentirá acogido y amado por su padre tal y como es. En ese momento, el padre llevará al niño al mundo de la masculinidad y ambos jugarán con artilugios y deportes más masculinos.

Los padres que han participado en los mundos femeninos de sus hijos y las madres que han hecho igual en los mundos masculinos de sus hijas, con el tiempo, comprobarán que todos estos niños regresarán naturalmente a su orientación sexual acorde con su sexo. De esta forma están restaurando una maldición generacional de al menos tres generaciones en las que no había vínculos apenas entre padre e hijo y entre madre e hija (en este sentido, George Rekers ha publicado distintos estudios). Por tanto, no es verdad que un niño nazca gay o una niña lesbiana y, por otro lado, la familia pierde algo muy importante: la bendición que puede suponer un niño/a de esas características. 

domingo, 15 de junio de 2014

LOS HIJOS DEL DIVORCIO ¿Quién dijo que no duele?

¿Quién les preguntó a los niños? Hablamos de separación o divorcio, por lo general, sin haber visto los resultados en el tiempo. Escuché a Mercedes, una mujer de 73 años, recordar algo muy doloroso de su infancia “Me veo caminando con mi madre y dos de mis hermanos, cargábamos algunas maletas, y veía una gran polvadera, Ahora que han pasado mas de 65 años he podido descífrarlo. Nací en Temuco, y esa polvadera, no eran mas que mis lagrimas.” La próxima vez que vi a mi padre, lo mire a través del vidrio de un ataúd. Habían pasado 15 días, desde la última vez que lo vi.

En mi profesión, como orientadora he visto algunos resultados de esas dediciones Marisela 27 años, profesional recién egresada de de veterinaria decía “¿Quien dijo que no duele? Mis padres se separaron antes de que yo naciera, nunca tuve papá” A pesar que el marido de mi mamá es una excelente persona”

Rodrigo ingeniero, 29 años, casado hace sólo 4 meses, al cual atiendo por su incapacidad para expresar afecto me decía: “ a los 12 años , me quedaba dormido llorando, yo soñaba con que mi papá me fuera a ver jugar fútbol, yo era muy bueno con la pelota, aunque fuera una sola vez y nunca fue.”

Muchas veces creemos que los niños, no se dan cuenta de lo que los adultos hacemos, o que no quedarán huellas en su mente, o en su alma. Tomamos a veces la decisión de separarnos de nuestros esposos o parejas, sin considerar el efecto que tendrá esta decisión en las vidas de nuestro-as hija-os.

Creemos que es la oportunidad para empezar de nuevo, como dicen por lo general Rehacer nuestra vida o Una nueva oportunidad.

Lo que muchas veces hubiéramos podido solucionar, consultando a tiempo con o con una terapia de pareja a fondo … tal vez muchos sicólogos o expertos en parejas nos invitan a ser felices “Se tu misma-o piensa en ti” “ tienes que estar donde tú eres feliz”

Los hijos no son el residuo de lo que alguna vez fue un matrimonio, son el fruto del resultado de un proyecto, que se pensó sería para toda la vida.

Por lo que invito a reflexionar a los padres y madres que se encuentran en una crisis matrimonial o viviendo ya el hecho de una separación a que se pregunten lo que les pasara a sus hijos con este rompimiento.

A que crean que la separación no es un hecho, al menos para los hijos, de poca importancia. Que cuiden a sus niño-as evitándoles a ponerse en medio de alegatos en tribunales, pensiones de manutención o de visitas. Cuidemos hoy las penas que pudieran quedar como profundas huellas de dolor en el futuro.

jueves, 5 de junio de 2014

Nada de "a la primera disputa nos divorciamos”

PROPONEMOS ESTE ARTÍCULO PORQUE A ESTO SE DDICA NUESTRO CENTRO DE ORIENTACIÓN FAMILIAR DE TENERIFE (cof2000 - Tf: 922 315 318)

"Con ayuda de la Iglesia católica y de algunas terapias profesionales, muchos matrimonios alrededor del mundo lograron sortear situaciones que los tuvieron al borde del divorcio, hecho que amenazaba con traer más consecuencias devastadoras para la sociedad y, peor aún, para los hijos.

Esto lo explicó el especialista en estudios sociodemográficos Fernando Pliego, al dar a conocer una serie de tendencias a nivel mundial que establecen como prioridad mantener la estabilidad matrimonial, aun con las adversidades de la modernidad. El académico de la UNAM se refirió a que esas medidas cobran cada vez más auge como políticas públicas en varios países, y las resumió en cuatro consejos para los lectores del semanario Desde la fe:

1- Buscar apoyo espiritual y psicológico. En cuanto la pareja matrimonial detecte que aparecen algunos problemas porque empiezan a suceder discusiones y desacuerdos que duelen, hay que ir de inmediato en busca de ayuda espiritual con un sacerdote y, también, a una terapia profesional. No hay que pensar que uno puede resolverlo por sí mismo. En el momento en que se presenta la situación, es porque ya está a punto de desbordarse.

En algunos países, está volviéndose una práctica generalizada el recurrir a la ayuda de la Iglesia y de las terapias profesionales de especialistas en psicología y conducta humana. Pliego citó que en varios estados de la Unión Americana, de Canadá y en Australia, se les aconseja a los matrimonios acudir a una conciliación matrimonial, y que agoten las alternativas antes de llegar al divorcio.

El especialista consideró que este primer punto cobra cada vez más importancia en aras de preservar la unidad familiar. Opinó además que la situación actual, abre a la Iglesia católica la oportunidad de enseñar a los fieles a tener mejores noviazgos y matrimonios a través de cursos y programas, que ayuden más a prevenir que a remediar los catastróficos efectos del divorcio.

2.-Tomar decisiones de común acuerdo. Los puntos de vista de Pliego se basan en el estudio de las Ciencias Sociales y, con base en esto, se ha demostrado que el matrimonio brinda las mejores oportunidades de bienestar para sus participantes, y que los matrimonios más fuertes son aquellos que saben trabajar y tomar decisiones en equipo.

3.- Cultivar la inteligencia emocional. Este aspecto es considerado por Pliego como de suma importancia, porque el hombre debe comprender que están presentes los ciclos emocionales de la mujer, y que ambos tienen diferencias definidas por la propia naturaleza de género.

El experto plantea una hipótesis muy estudiada que señala que a la mujer le da por hablar mucho cuando está en problemas, y demanda que la escuchen, mientras que el hombre en problemas prefiere guardar silencio. Según el académico, existe una bibliografía diversa que ayuda a tratar de entender las diferencias entre ambos sexos, lo que a la postre mejora la relación matrimonial.

4.- Practicar la solidaridad. Que haya una genuina preocupación por el bienestar del esposo, y de él hacia la esposa y los hijos. Para tener una familia hay que esforzarse, igual que cuando uno practica un deporte o un trabajo. La familia también necesita dedicación lo mismo que el matrimonio, porque quien no sabe ser solidario no puede tener bien a su familia.

Lo más valioso de uno como persona es su tiempo, y los padres de familia deben darlo al igual que su esfuerzo y solidaridad, aunque esto implique dejar a un lado los gustos de corto plazo, llámense fiestas, fumar, manejar en estado inconveniente, o la cruda, y cambiar tales por otros gustos de largo plazo, que son el cuidarse el hígado, llevarse bien con la familia, ver crecer a los hijos, y tener una familia para quererla
."